Rosa Bartra recordó que, en la carta que envió a la Comisión Lava Jato a fines de octubre, PPK afirmó no haber tenido ninguna relación comercial ni laboral con Odebrecht. (Foto: Presidencia / Video: Canal N)
Rosa Bartra recordó que, en la carta que envió a la Comisión Lava Jato a fines de octubre, PPK afirmó no haber tenido ninguna relación comercial ni laboral con Odebrecht. (Foto: Presidencia / Video: Canal N)
Patricia del Río

Se trata de uno de los pecados capitales más difíciles de comprender. Originalmente se le atribuía a esos sujetos, especialmente monjes y religiosos, que se quedaban tumbados, sin poder levantarse a hacer sus tareas domésticas o eclesiales, y corrían el riesgo de ser presas de pensamientos impuros, de temores, de cavilaciones que los alejaran de su conexión espiritual con Dios. Por eso en el purgatorio de Dante los perezosos están obligados a realizar miles de labores que no les dejan tiempo ni para conversar.

Hoy, la pereza se traduce más como una pérdida de voluntad. Como aquella abulia que, ya sea por falta de ambición, por dejadez o incluso por depresión, coloca a los seres humanos en una situación condenable: la de ‘no hacer’. Pereza viene del griego acedia (ἀκηδία) donde ‘a’ significa ‘ausencia’ y kedos ‘atención’. Hay pereza en los conductores que no se dan el trabajo de conocer las reglas de tránsito, en la chica que ve a su amiga cayéndose de borracha en una fiesta y no la ayuda, en el profesor que deja que ‘buleen’ a un alumno porque le da flojera involucrarse.

Estos días han sido de mucha agitación política. Diciembre no ha llegado con mensajes de paz y amor, sino con intercambio de insultos, con acusaciones desmesuradas y desestabilizadoras como las de la congresista Vilcatoma, con claras represalias como la citación a la señora Nancy Lange a la , que provocan una inestabilidad francamente peligrosa.

Sobre la irresponsabilidad con la que está actuando la oposición ya se dijo mucho. Lo que toca evaluar es qué están haciendo el presidente de la República, su Gabinete y sus congresistas para enfrentar este maretazo que está a punto de convertirse en tsunami. ¿Cuáles son sus herramientas políticas, su estrategia, su plan de acción para contrarrestar iniciativas que ponen en riesgo la democracia, siempre imperfecta, de la que gozamos hace casi 20 años?

No hay respuestas claras a interrogantes legítimas que, vamos a ser justos, no solo se hacen los pesados de siempre, sino también la población. No hay voceros que expliquen de manera eficiente si hubo o no una relación, digamos, “inapropiada” entre el presidente y las empresas brasileñas acusadas de corrupción. No hay congresistas que le pongan el pare a la verborrea de fujimoristas, apristas y demás, basada principalmente en especulaciones.

 llegó al poder por voluntad del pueblo, y hasta ahora solo da señales de que no está dispuesto a defender ese mandato con coraje y determinación. Es como si se hubiera quedado paralizado, como si su gestión se hubiera cubierto de un manto de pereza e inacción, que quienes aspiramos llegar al 2021 con menos pobreza y más democracia miramos con estupor, con perplejidad y con un poco de cólera, la verdad.