(Ilustración: El Comercio)
(Ilustración: El Comercio)
Patricia del Río

Hay varias expresiones para graficar lo que le ocurrió al presidente Martín Vizcarra cuando anunció que si el Congreso le daba la espalda a la reforma política (la inmunidad parlamentaria y postulación de ciudadanos condenados en primera instancia por delitos dolosos), él sometería a referéndum ambas propuestas en el 2021. La medida pareció audaz, Vizcarra retomaba el sendero que tantos réditos políticos le había dado en el pasado, pero, esta vez, le salió el tiro por la culata, fue por lana y salió trasquilado o, si usted prefiere, se metió en un berenjenal.