Macarena Costa Checa

Hoy quiero recordarles a todos que no podemos adormecernos ante la falta de por la que se viene viviendo en el norte del país. Hablamos de una emergencia que debió despertar en nuestras autoridades la urgente sensación de que era absolutamente necesario reaccionar de inmediato.

Desde que empezaron las en el norte, tenemos a miles de compatriotas que están viviendo inundados en agua de lluvia mezclada con desagüe, sin ningún tipo de soluciones desde el gobierno central ni de los regionales. Están desde hace semanas expuestos a todo tipo de enfermedades, desde el dengue hasta las afecciones diarreicas, que derivarán en graves problemas de salud pública. Esta población viene siendo tremendamente castigada ante la falta de respuesta de sus autoridades.

Lo más frustrante es que, para atender adecuadamente una situación como esta, no es necesario ser una lumbrera. Solo es necesario que las autoridades en los gobiernos central y regionales hagan aquello para lo que han sido elegidas o designadas y, por favor, ¡a tiempo!

Una emergencia como esta, si bien localizada hasta ahora en la costa norte del país, demanda una respuesta basada en una estrategia nacional. En primer término, tiene que haber unidad de mando y esta debe nacer de la PCM. Se debería delegar la autoridad en un solo ministro (en mi opinión, la de Salud, considerando el gravísimo impacto sanitario de la emergencia) para que sea ‘quien manda’ en la cancha. Todos los demás; Transportes, Vivienda, Defensa, autoridades locales y municipales y otras, se deben alinear a sus disposiciones. La falta de claridad respecto del liderazgo conduce al drama que estamos viviendo: todos se tiran la pelota y nadie hace nada.

Señores ministros: la población los necesita en el norte, a la ministra de Salud ejerciendo el liderazgo necesario (no por gusto la unidad de respuesta a desastres del Minsa llegó a ser una de las más eficaces y eficientes del país); al Ejército descolmatando desagües y limpiando los cauces de las rutas del agua para impedir que las nuevas lluvias anunciadas agraven la situación; a las autoridades locales a la orden para colaborar con personal y recursos, tanto materiales como financieros, procurando agua potable y alimentos descontaminados; para eso les transfieren los millones anuales que nadie sabe en qué se gastan. Es necesario actuar coordinadamente para prevenir mayores daños y dar inmediata solución a la situación en la que se encuentran tantos peruanos.

Desde el sector privado se está haciendo parte del trabajo que debería estar haciendo el , pero evidentemente esto no es suficiente. Es al Estado a quien le corresponde decir presente y que su trabajo se refleje en el pronto y necesario alivio de esta gravísima situación que vienen sufriendo nuestros compatriotas.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Macarena Costa Checa es politóloga

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