El Perú se encuentra en una etapa crítica de transformación digital que puede cambiar su futuro. Un elemento central de este cambio es el análisis de datos, que está cambiando la forma en la que las empresas, las agencias gubernamentales y las ONG toman decisiones y crean valor.
El análisis de datos nos permite identificar tendencias, predecir escenarios futuros y tomar decisiones basadas en datos. En la agricultura, el uso de datos satelitales y de sensores mejora la eficiencia en la producción y el manejo de los recursos naturales, lo que resulta esencial para un país que es un importante productor de cobre y un creciente exportador agrícola.
Durante la crisis sanitaria del COVID-19, la aplicación de esta ciencia fue esencial para monitorear la propagación del virus y asignar recursos médicos de manera efectiva. Herramientas como el portal de datos abiertos del Ministerio de Salud salvaron vidas al proporcionar datos críticos para una toma de decisiones inmediata.
El sector financiero también utiliza esta cantidad de información. La SBS promueve el uso de ‘big data’ para combatir el fraude y promover la inclusión financiera, permitiendo que más peruanos accedan a servicios financieros a su medida.
Sin embargo, el análisis de datos va más allá de la tecnología; también se trata de contar con habilidades analíticas. La creciente demanda de expertos en ciencia de datos en el Perú muestra la necesidad de contar con profesionales con habilidades analíticas sofisticadas. En ese sentido, existen instituciones educativas que están respondiendo a esta necesidad capacitando a los analistas de datos del futuro.
Por ahora, el análisis de datos es una promesa de progreso y eficiencia. Con cada información y conocimiento adquirido, nuestro país está escribiendo un nuevo capítulo en su historia en el que la toma de decisiones basada en datos impulsa el crecimiento y la innovación sostenibles. El atractivo de esta disciplina radica en su capacidad para cambiar la realidad del Perú, una explicación y predicción a la vez.