Isabella Carrera

Hace poco, un profesor resaltaba que el es una de las dos carreras más estudiadas en el Perú. En efecto, según el informe bienal sobre la realidad universitaria, después de Administración, Derecho es la carrera más estudiada por jóvenes peruanos. Lógicamente, eso nos lleva a preguntarnos, ¿cuántos puede necesitar este país?

Mi respuesta es muy propia de mi carrera: depende.

En una sociedad en constante evolución, se espera que las normas que la rigen también lo estén. La realidad peruana está muy lejos de cumplir estas expectativas, y el problema recae, en parte, en quienes se dedican al ámbito jurídico. De los miles de abogados del país, solo una pequeña fracción tendrá un impacto significativo que impulse la innovación legislativa.

A diferencia de otros países latinoamericanos, nuestra ley se rezaga detrás de los cambios sociales propios de esta generación. Sin una fuerza que la desafíe, se crea un entorno legal estático que limita la adaptación y las oportunidades de crecimiento, retrasando inevitablemente el desarrollo del país.

Ahora bien, la excelencia se ha convertido en un factor diferenciador y una herramienta para conseguir una práctica o destacar entre el mar de prospectos abogados. Entonces, que la excelencia sea la excepción supone que la mediocridad es la regla.

El derecho es un campo de influencia directa para el desarrollo del país. Un abogado que busca la excelencia en su práctica va a impulsar inherentemente el desarrollo e innovación del derecho. Sin innovación, la ley se estanca.

Resulta así que el verdadero problema en el mercado no es una falta de demanda, sino un excedente de mediocridad y una insuficiencia de excelencia.

En ese sentido, reafirmo mi respuesta a la pregunta planteada. El Perú va a necesitar más abogados, independientemente de los miles que ya existen, hasta que la excepción se convierta en la regla general. En concreto, no necesitamos más abogados promedio, sino más abogados generadores de cambios.


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.







Isabella Carrera es estudiante de Derecho en la Universidad de Lima