Crecí en el Rímac, un distrito conocido por su historia y su cultura, pero también por sus brechas tecnológicas. Desde pequeña estudié en cabinas de Internet e iba a talleres gratuitos de programación en la UNI. Al empezar secundaria, por primera vez tuve acceso a Internet en mi hogar y eso transformó mi vida. Postulé a varias universidades durante la pandemia, compartiendo una laptop y un smartphone con mis hermanas. Ahora, reflexiono a la distancia sobre mi camino como mujer peruana en Science, Technology, Engineering and Mathematics (STEM) mientras estudio Ciencias de la Computación, con una beca completa, en Wellesley College y trabajo en el Massachusetts Institute of Technology.
El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es una fecha que, como una peruana estudiando en el extranjero, me invita a recordar los pasos dados y a las personas que me apoyaron para llegar a donde estoy ahora.
En el Perú, solo el 27% de mujeres elige carreras de ingeniería y tecnología, según Sunedu. Esto revela la necesidad de inspirar a más niñas a estudiar carreras STEM. Vivimos en un mundo que demanda soluciones diversas para desafíos constantes y cambiantes. Las mujeres no debemos ser excluidas de la posibilidad de crear e investigar.
Propongo que el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) se transforme en un ministerio de ciencia y tecnología que respalde a investigadores e investigadoras nacionales que anhelen transformar nuestro país y devolver lo que aprendimos para que otros tengan las mismas oportunidades.
El acceso a Internet en el Perú en el 2021, según INEI, fue de 55% a escala nacional y solo de 20,7% en zonas rurales, lo que refleja desigualdades significativas. En ese contexto, me siento afortunada por el apoyo constante de mi madre y mi comunidad. Estudiar en Innova Schools y ser becaria de Peruchamps me ayudaron a creer en mí misma, tener sentido crítico y actuar buscando el bien común.
Vengo de una familia quechuahablante liderada por mujeres. Frecuentemente me pregunto: ¿qué hubiera pasado si mi abuela o mi mamá hubieran ido a la universidad? ¿Qué hubiera pasado si ellas hubieran tenido una laptop? Mi objetivo este año es llevar la educación STEM a las comunidades quechuahablantes y desarrollar tecnología centrada en el aprendizaje de lenguas originarias. Sueño con ser la primera ministra de ciencia y tecnología en el Perú, aportando como docente, investigadora y creadora. Este es el momento para soñar con una carrera en ciencia porque la juventud peruana liderará la revolución STEM que el Perú necesita.