Valeria Solis

El es catalogado como un país rico en diversidad cultural y recursos naturales, pero también es reconocido por ser una nación que ha enfrentado, a lo largo de su historia, diversos desafíos sociales y económicos que han terminado por afectar el desarrollo y el bienestar de nosotros como población. Entre estos, podemos destacar la pobreza, la corrupción y el acceso limitado a servicios básicos.

Respecto de lo primero, conforme a datos del INEI (2023), la pobreza monetaria afectó al 27,5% de la población del país en el 2022, lo que significa un incremento en 1,6 puntos porcentuales comparado con el 2021 (25,9%). Frente a ello, la de Gestión Empresarial puede desempeñar un papel esencial, puesto que contribuye con la creación de empleo mediante el desarrollo de proyectos económicos inclusivos. En otras palabras, los profesionales de esta rama, al crear proyectos altamente viables o mejorar la eficiencia de los procesos productivos de las organizaciones, facilitan la generación de miles de empleos adicionales, lo que permite mejorar los ingresos de la población más vulnerable y, de esta manera, reducir la desigualdad económica en nuestro país.

Como segundo punto está la corrupción, que ha sido, históricamente, un problema en el Perú, impactando negativamente en el desarrollo y la confianza de los peruanos en las instituciones del sector público y privado. Según el contralor general de la República, Nelson Shack, en el 2021 los actos de corrupción e inconducta funcional en la administración pública le ocasionaron al país un perjuicio económico estimado en el 13,6% del presupuesto nacional ejecutado. Frente a ello, el área de estudios mencionada puede fomentar la integridad en las corporaciones a través de la implementación de sistemas de gestión transparentes y éticos, disminuyendo así las oportunidades de actos de deshonestidad, buscando contribuir con la construcción de un Perú más justo y transparente.

Asimismo, el acceso limitado a servicios básicos como la electricidad, el agua potable y el saneamiento ha sido una barrera para el desarrollo integral de algunas zonas rurales en el Perú. Conforme al INEI, en el 2020, aproximadamente el 6% de la población no tenía acceso a electricidad. Bajo esa línea, la de Gestión puede ser un agente de cambio al diseñar modelos de negocio innovadores y sostenibles que desarrollen soluciones para llevar servicios esenciales a áreas remotas y poco atendidas.

Finalmente, a modo de conclusión, considero que mi área de estudios pueda marcar una diferencia positiva en la sociedad, ya que proporciona diversas técnicas y conocimientos de gestión que, en conjunto, permiten la creación de proyectos y emprendimientos que pueden promover el desarrollo sostenible, la inclusión social y la innovación. Asimismo, como estudiantes pronto a graduarnos, aspiramos a implementar soluciones que optimicen procesos productivos y promuevan prácticas empresariales éticas, así como a liderar iniciativas que fomenten la responsabilidad social y ambiental en el sector empresarial, abonando así a un Perú más equitativo y próspero para todos.

Valeria Solis es estudiante de Ingeniería de Gestión Empresarial en la UPC.

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