Arian Alarcón

Como futura administradora en negocios internacionales, he tenido la oportunidad de estar en diferentes contextos empresariales y, en algunos casos, he tenido que convivir con falsos promotores de la igualdad de género. Pero ¿qué es la igualdad de género? En teoría, la igualdad de género implica que hombres, , niños y niñas puedan gozar, por igual, de los mismos recursos, oportunidades y derechos. Sin embargo, este concepto no contempla que fisiológicamente somos diferentes. Las mujeres se encuentran en constante desventaja por situaciones a las que se ven expuestas, como síntomas premenstruales, la propia menstruación, procesos gestacionales, procesos pre y post menopausia y, sobre todo, estrés por sobrecarga de labores domésticas.

Es una realidad que, a pesar de tener los mismos derechos y oportunidades, la repartición de actividades domésticas y laborales no es igual entre hombres y mujeres. Se ha normalizado la mecanización de las mujeres, sobre todo en el mundo empresarial, en el que se espera que no se vean afectadas por estar en las situaciones anteriormente mencionadas y se pretende que su rendimiento sea igual o superior al de los hombres. No se trata de capacidades, porque está demostrado que ambos géneros tienen las mismas capacidades para desarrollarse en el campo laboral. Pero, por ejemplo, no se debe normalizar que se espere que las mujeres, después de un proceso gestacional, tengan el mismo nivel de rendimiento laboral que antes de su embarazo.

Las mujeres sí lo podemos todo, pero no somos una máquina que no conoce de niveles de cansancio. Permitámonos sentirnos cansadas y tomarnos un tiempo cuando sea necesario. Desde mi área profesional propongo la creación de espacios seguros, gratuitos y al interior de las en los que las madres trabajadoras puedan estar en conexión con sus hijos. Es parte de nuestra responsabilidad incluir a la mujer en el mundo laboral sin alejarla de sus vínculos maternales. Además, debe implantarse en todas las empresas un programa que les proporcione a las mujeres materiales e instrumentos para que puedan afrontar con seguridad los diferentes procesos en su vida; instrumentos como copas menstruales, toallas higiénicas, extractores de leche, tratamientos para la menopausia y asistencia médica gratuita para tratar trastornos hormonales.

La “guerra” entre hombres y mujeres tiene como solución un grano de empatía. Hagamos espacios más seguros y amenos para nuestras hijas, esposas, madres y amigas.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Arián Alarcón es estudiante de Aministración y Negocios Internacionales de la Universidad La Salle de Arequipa

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