A lo largo de nuestra historia republicana, El Comercio ha ofrecido su labor informativa a la ciudadanía con veracidad.
Es de conocimiento que, a pesar de vivir en un país democrático, en ocasiones, los gobiernos han aprovechado el poder para cometer ilegalidades a diestra y siniestra, sin importarles el desarrollo de la nación.
El periodismo, como cuarto poder, tiene una misión importante, mucho más en un país como el Perú, que está plagado de irregularidades que afectan a diversos sectores de la población. Ante tantos sucesos por contar, informar con criterio y veracidad se ha vuelto el pilar más relevante en esta profesión, ya que los medios formales son el único espacio con credibilidad por el que la ciudadanía puede acceder a información corroborada.
Las trabas a nuestra labor no han sido escasas. En muchas ocasiones, personajes políticos han intentado vulnerar el derecho a la libertad con el fin de ocultar información. Por ejemplo, se recuerdan las acciones del expresidente Pedro Castillo para no enfrentar a los medios de comunicación durante su gobierno. A pesar de ello, los reporteros, recibiendo maltratos y desaires, arriesgaron su integridad para dar información veraz a la población.
El trabajo de medios como El Comercio es fundamental para el desarrollo de sociedades libres. Sin periodismo, los ciudadanos no podrían alzar su voz en contra de la corrupción y otros tipos de abusos. El contexto actual obliga a los medios a trabajar para lograr un crecimiento, luchando contra las irregularidades que se interponen en nuestra misión y propiciando una sociedad más informada.