Más allá de los colores y las etiquetas que identificamos como ideologías políticas, el liderazgo es esencial para un cargo político. Sin embargo, uno pierde el tiempo buscando indicios de liderazgo en la política peruana. Si bien Dina Boluarte asumió la presidencia luego de la destitución de Pedro Castillo, esto no quita que, ya en el cargo, le corresponde asumir con responsabilidad las exigencias que este requiere.
La educación y la salud son protagonistas de la lista de temas esperados en el mensaje a propósito de la reciente resolución ministerial que dispone que los egresados de la carrera de Medicina que no aprobaron el examen nacional de medicina, pese a que existen universidades en las que más del 70% de sus estudiantes lo desaprueban, puedan ejercer excepcionalmente el Serums. Lo más preocupante es que estos pseudoprofesionales serán enviados a las poblaciones más apartadas, como si estas merecieran la peor atención.
Por otro lado, y en la misma línea de la educación, la Sunedu estaría autorizada a otorgar el licenciamiento permanente a las universidades, que además podrían dictar la totalidad de sus clases de manera virtual. Esto es preocupante, porque la mayoría de los estudiantes que aprobaron cursos virtuales demostraron incapacidad al llevar los cursos de forma presencial después del COVID-19.
Es utópico considerar que estos temas puedan ser parte del mensaje a la nación de la presidenta, dado que en nuestro país la educación y la salud solamente sirven para hacer campaña política, pero desaparecen cuando se llega al poder.