Ariana Reyes

¿Cuántas veces nos hemos preguntado si realmente somos felices en nuestros trabajos? Como futura psicóloga organizacional, considero que esta es una interrogante frecuente, ya que nuestros trabajos forman parte significativa de nuestra vida y son la realización de nuestra formación académica.

Es normal que prefiramos empleos que promuevan satisfacción y bienestar laboral, de manera que eso traiga resultados positivos. Por ejemplo, en el ámbito individual, los trabajadores mostrarán mayor proactividad, motivación, compromiso y desempeño, por lo que las intenciones de renuncia disminuirán significativamente.

Mientras tanto, en el ámbito organizacional, se evidenciará mayor productividad y satisfacción de los clientes. ¿Cómo lograr la felicidad en el ámbito organizacional? Considero que la respuesta está en la motivación intrínseca, porque, de acuerdo con David Fischman, si solo nos enfocamos en la extrínseca, corremos el riego de disminuir el interés de personas que antes realizaban la actividad por el simple placer de hacerla.

¿Cómo la fomentamos? Creando un ambiente seguro que promueva la autonomía y donde se conozcan cuáles son los talentos de los trabajadores, de manera que no existan desafíos inalcanzables o que no estén a la altura de sus competencias; desarrollando relaciones basadas en el respeto, la confianza y la colaboración, y creando oportunidades de crecimiento vertical y horizontal. El énfasis está en el aprendizaje continuo. Esto impacta directamente en las emociones de los trabajadores: sentirse valorado(a), percibir que el trabajo tiene un sentido y estar orgulloso(a) de formar parte de una empresa.

¿Cómo todo lo planteado puede mejorar el Perú? A mayor productividad organizacional, mayor retención de talentos. En consecuencia, el número de servicios requeridos aumentará, lo que requerirá mayor cantidad de trabajadores que continúen aportando eficazmente. Asimismo, habrá más oportunidades laborales para jóvenes. La tarea del psicólogo organizacional es vital en las empresas. Nuestro principal aporte no solo se refleja en el área de reclutamiento y selección, sino que también estamos inmersos en la gestión y evaluación de desempeño, el clima y la cultura laboral, la creación de nuevas políticas, los planes de carrera y desarrollo, el salario emocional, entre otros. No seamos ajenos al bienestar o la felicidad de nuestros colaboradores, pues invertir en ellos es también invertir en nuestra organización y nuestro país.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Ariana Reyes es estudiante de Psicología de la Universidad De Lima

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