A este gobierno nadie lo amenaza, por Mario Ghibellini
A este gobierno nadie lo amenaza, por Mario Ghibellini
Mario Ghibellini

El jueves pasado, los titulares de los diarios traían una noticia increíble. El día anterior, afirmaban, en respuesta a una insinuación del nuevo representante de Odebrecht en el Perú sobre la posibilidad de que esa empresa no continuase brindando información a la justicia si era expulsada del país, el primer ministro Fernando Zavala había advertido: “A este gobierno nadie lo amenaza”. Y sus palabras, al parecer, habían quedado vibrando en el aire como el áspero desafío a un duelo.

DEVELE A ZAVALA

Leída, la frase tenía, efectivamente, un sabor a letra de ranchera. Y el comentario del ejecutivo brasileño no había sido, por cierto, una insolencia que mereciera ignorarse. Pero, a decir verdad, la idea del actual premier intercambiando bravatas con alguien desde un estrado oficial resultaba disonante con la imagen que la mayoría guarda de él, por lo que la prudencia aconsejaba recurrir al video. Y tal como sospechábamos, en él aparecía Zavala pronunciando la sentencia de un modo tan melancólico y remiso, que no queda sino asumir que se trató de un mensaje incompleto. De una reflexión en voz alta, tal vez, de la que se arrepintió a medio camino y cuyo sentido cabal constituye ahora un enigma para quienes escucharon el preludio.

En esta pequeña columna, por lo tanto, nos hemos propuesto plantear algunas hipótesis que contribuyan a despejar la incógnita de cómo podría haber sido el enunciado completo.

Hipótesis 1.- “A este gobierno nadie lo amenaza; lo ‘gomean’ nomás sin avisar”. Esta posible lectura se nutre, sobre todo, del episodio que concluyó con la censura del hasta hace poco titular de Educación, Jaime Saavedra. En esa oportunidad, como se recuerda, no medió un ‘si no haces tal cosa, le corto la cabeza a tu ministro’. El fujimorismo y sus aliados simplemente decapitaron al funcionario sin anestesia, y el gobierno lloró por unos días su partida.

Hipótesis 2.- “A este gobierno nadie lo amenaza: yo lo intenté y miren dónde he acabado”. Esta teoría es más especulativa, pues parte del rumor de que Zavala se opuso originalmente a continuar con el empeño de organizar los Panamericanos del 2019 (para destinar ese dinero a necesidades más urgentes) y exigió que el ‘affaire Moreno’ se destapase el mismo día en que se descubrió (en lugar de camuflarlo con el cuento de la ‘renuncia’ por exceso de trabajo), insinuando en ambos casos que, de no ser escuchado, colgaría el fajín…Al final, sin embargo, si lo colgó, fue solo para que se secase después de una lavadita.

Hipótesis 3.- “A este gobierno nadie lo amenaza: la amenaza somos nosotros”. Esta lectura, que se sostiene sobre la inagotable vocación del presidente por recitar desatinos, es la más verosímil, pues desde la propuesta de ‘jalarse’ a algunos congresistas fujimoristas a su bancada hasta su famosa máxima sobre Odebrecht (“no todo lo que hizo la empresa en el Perú es corrupto”), nada ha afectado tanto la ‘gobernabilidad’ de esta administración como las intervenciones del mandatario.

¿Son estas las únicas lecturas posibles de la frase inconclusa del premier? Desde luego que no. Son solo una propuesta para encender el debate. Y si usted quiere sugerir otra, escriba a esta redacción sin demora. Estamos pensando premiar la más peregrina.

Esta columna fue publicada el 28 de enero del 2017 en la revista Somos.