Los dos últimos asesinatos de policías en actividad perpetrados en la región Madre de Dios fueron en circunstancias parecidas y con similar nivel de violencia.
La noche del lunes último, una banda delincuencial emboscó al suboficial Jhon Franco Rojas cuando salía de patrullar por la comunidad de Rompeolas, en Puerto Maldonado, a bordo de una camioneta del serenazgo de la ciudad de Puerto Maldonado. Veintiún disparos fueron descargados contra la unidad, donde también falleció un sereno.
Dos meses atrás, el suboficial Miguel Huarcaya Rodríguez acudía en su moto al asentamiento humano Samaria, en Puerto Maldonado, en auxilio de unos vecinos que poco antes habían denunciado un robo. Cerca de su destino, Huarcaya fue acribillado luego de quedar frente a frente con los asaltantes, que en ese momento huían del lugar.
–A balazos–
En lo que va del año, al menos 16 policías han sido ultimados en cumplimiento de sus funciones. De estos, 12 fallecieron por impactos de bala, según información de la Policía Nacional.
Madre de Dios es una de las regiones donde estos casos han sido más recurrentes. El coronel PNP Luis Fernando Reátegui Lazarte, jefe de la Región Policial Madre de Dios, dijo que esta situación ha derivado del incremento de grupos delictivos debido a la minería ilegal. “Esta actividad registra una población flotante numerosa”, manifestó.
El oficial sospecha que el ataque contra el suboficial Franco fue una venganza, pues un día antes la policía de Puerto Maldonado había abatido a un delincuente y capturado a otros cuatro, quienes habían perpetrado un asalto.
–Zonas de riesgo–
Lima y el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) son otros de los sectores donde los crímenes contra personal policial se han registrado con mayor continuidad.
En la capital, a fines de noviembre, fueron abatidos los suboficiales José Luis Pacheco y Javier Alonso Chaupis en momentos que intervenían a dos delincuentes que iban a bordo de una moto por el Rímac. En tanto, la madrugada del 24 de julio, a Sergio Vásquez, técnico de segunda del Escuadrón de Emergencia, lo mataron de cinco balazos en El Agustino.
En el Vraem se registró la muerte del suboficial de tercera Jonal Ríos Soria durante una emboscada terrorista el pasado 8 de mayo, en la provincia de La Mar, Ayacucho. Casi un mes después, cuatro agentes de la Policía de Carreteras también fueron baleados por delincuentes terroristas cuando viajaban en una camioneta por la carretera Churcampa-Anco, en Huancavelica. En ese atentado fallecieron los suboficiales Humberto Matencio Gutiérrez, Felimón Landeo, Eduardo Casas Llanco y Marco Antonio Cisneros.
Para el ex ministro del Interior y especialista en temas de seguridad Remigio Hernani, la cifra de policías fallecidos durante este año en cumplimiento de su deber podría ser todavía más alta a la que reportó la Policía Nacional.
Según refirió Hernani, los agentes que están siendo ultimados son los que hacen patrullaje y fueron víctimas de la proliferación de bandas delictivas.
“Por eso, tiene que haber una policía que haga investigación criminal y otra que realice la labor de prevención. Se necesita especialización”, sostuvo el ex funcionario.
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