“En Cusco nos han pedido que no lleven la basura a la calle mientras no vaya el carro basurero”, “El Municipio de Cusco no está recogiendo basura”, “Yo fui por la urbanización Manuel Prado el día 7 de febrero y estaba lleno de desechos”. Frases como estas se escuchan en la Ciudad Imperial y localidades cercanas desde hace cuatro días. El servicio de recojo de residuos sólidos en Cusco se realiza de manera restringida ante la escasez de combustible debido a los bloqueos de vías.
“A la fecha nuestros compactadores están haciendo el sistema de recolección, pero hemos disminuido la frecuencia para garantizar el servicio. Nuestro sistema esta disminuido por la coyuntura social”, indicó Maibe Olivera Gonzales, gerente de Medio Ambiente de la Municipalidad Provincial del Cusco.
Cusco está en constante crecimiento poblacional: actualmente su provincia homónima cuenta con más de 440 mil habitantes. Sin embargo, dispone de solo un relleno sanitario para almacenar y tratar las más de 400 toneladas de residuos sólidos que produce cada día.
La basura es recogida por las municipalidades y trasladada al relleno sanitario ubicado a unos 30 minutos por tierra de la Ciudad Imperial, en el límite de los distritos de Ccorcca y Santiago. Desde hace más de 15 años recibe diariamente las 400 toneladas de basura.
Un comunicado del municipio distrital de Santiago informó que el botadero de Haquira ha restringido el acceso de las unidades compactadoras de los diferentes distritos. “Todas nuestras unidades están aparcadas en el botadero”, dicta el comunicado. Además, indicaron que están a la espera de una autorización para descargar los residuos recolectados.
Maibe Olivera instó a la población a no arrojar sus bolsas de basura a las calles para evitar un impacto sanitario o, por último, hacerlo en los horarios de recojo correspondiente. “A nivel regional tenemos un desabastecimiento de combustible razón por la cual lanzamos un comunicado preventivo evitar un impacto sanitario”, refirió la autoridad edil.
Crisis en Machu Picchu Pueblo - Aguas Calientes
El desabastecimiento de alimentos y medicinas, además de las pérdidas económicas por los nulos ingresos del turismo debido a la convulsión social no son las únicas dificultades en el distrito de Machu Picchu en la provincia cusqueña de Urubamba. A ello se suma la acumulación de más de 100 toneladas de basura que no logran ser trasportadas por la suspensión del transporte ferroviario.
“Se constató la existencia de más de 100 toneladas de residuos sólidos que se encuentran ya en estado de descomposición, hecho que podría generar graves consecuencias sanitarias a la población en general”, comunicó el municipio de Machu Picchu.
Las plataformas de PeruRail suelen transportar los residuos sólidos de Aguas Calientes hasta el km 59 de la comunidad Pachar, sin embargo, en estas últimas semanas la línea férrea fue afectada entre Pachar y el distrito de Ollantaytambo durante las manifestaciones. Debido a esto, la concesionaria Fetransa manifestó que no existían garantías de seguridad suficientes para garantizar el servicio ferroviario.
El último martes la empresa PeruRail anunció el retorno progresivo de sus servicios solo miércoles y domingos. No obstante, el movimiento de plataformas para el traslado de la basura aún no está autorizado por el concesionario, debido a nuevas convocatorias de protestas anunciadas para estos días.
En un contexto de normalidad, en el año 2016, un informe presentado por las autoridades del área técnica del municipio de Machu Picchu, atribuyeron que alrededor de 14 toneladas de basura se acumulan por día en Aguas Calientes y sus alrededores.