Más de 150 caracoles fueron arrojados anoche en una calle del distrito de Chimbote, en Áncash. Según declaró la gerencia de Gestión y Salud Ambiental de la Municipalidad Provincial del Santa, los moluscos serían caracoles gigantes africanos, una especie muy perniciosa debido a que aloja parásitos y bacterias dañinas para el ser humano.
Los caracoles fueron hallados en la noche del martes en la cuadra 2 del jirón José Olaya por los serenos de Chimbote. Varios curiosos tomaron fotografías de estos invertebrados. Hoy, representantes del municipio del Santa y de la Policía Ecológica recogieron los caracoles, los incineraron y enviaron a un botadero.
También se desinfectó el lugar donde habían sido arrojados para evitar el contagio de alguna enfermedad.
El gerente de Gestión y Salud Ambiental de la referida comuna, Juan Villarreal Guzmán, manifestó que un especialista del Servicio Forestal y de Fauna Silvestre ha confirmado que se tratan de caracoles gigantes africanos. Villarreal añadió que se están haciendo averiguaciones para saber quién arrojó esta gran cantidad de moluscos en la vía pública.
El funcionario invocó a la población a tener cuidado y evitar la manipulación de esta especie ya que puede transmitir de parásitos y provocar enfermedades estomacales.
Por su parte, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) –que recomendó ayer estar atentos a la aparición del caracol gigante africano, sobre todo en Piura, Tumbes y Junín- aún no ha confirmado la aparición del molusco en la Áncash.
La directora ejecutiva del Senasa en Áncash, Jacqueline Granados Gomez, informó que no se puede determinar científicamente si el molusco hallado en una calle de Chimbote es el caracol gigante africano, ya que estos fueron incinerados por la Municipalidad Provincial del Santa. No obstante, según un análisis fotográfico, los caracoles arrojados no corresponden a la variedad perniciosa debido a que no tienen manchas en sus caparazones.
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