La oficina principal de la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios del Santa, ubicada en una antigua casona de una calle tranquila de Nuevo Chimbote, funciona como el centro de acopio de todas las denuncias por corrupción que se registran en esta región.
En una oficina decorada con estantes llenos de expedientes –unos más voluminosos que otros–, el fiscal Laureano Añanca revisa sus estadísticas. El 2013 terminó con casi 250 denuncias por corrupción. A fines del 2014 se habían reportado un total de 225. “Hasta hoy, en lo que va del año, hemos recibido ya 65 denuncias”, indica. Si la tendencia se mantiene, a fin de año podría haber un triste récord.
La mayoría de estas denuncias proviene de supuestas sobrevaloraciones en la gestión del anterior presidente regional de Áncash, César Álvarez, y la del ex alcalde del Santa, Luis Arroyo. Ambos están presos, y aún hay muchos expedientes por estudiar.
Según explica Añanca, son tantas las obras investigadas, y de tan amplio rango, que involucran a funcionarios de varias oficinas públicas de la región. “Podría decirse que, en este momento, todas las entidades públicas que operan en la región están, de uno u otro modo, bajo investigación”, agrega el fiscal.
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