A inicios del 2017, durante El Niño costero, la ciudad ancashina de Huarmey fue una de las más afectadas por las lluvias, las inundaciones y los cinco huaicos reportados. Murieron seis personas y otras 74 resultaron heridas. Hubo además 15 mil damnificados, según el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci). Pero eso no fue todo. Doce colegios quedaron severamente dañados y el principal hospital de la ciudad quedó casi sumergido en el fango. Además, diversos barrios de la ciudad de Huarmey sufrieron por el colapso de los sistemas de agua y desagüe, y la población se quedó sin luz ni teléfono. Fue un verdadero desastre.
Todo se detuvo en Huarmey: el transporte, la atención en locales comerciales, las actividades agrícolas. La ciudad estaba inundada y había una emergencia que soportar. Incluso, más allá de saqueos aislados en tiendas y mercados, la delincuencia se contuvo durante una breve temporada, y los grupos criminales de la zona permanecieron escondidos. Una de estas bandas era conocida por la policía como Los Injertos de Huarmey, que robaba, extorsionaba e invadía y usurpaba terrenos públicos y privados, para después cobrar cupos a los propietarios o administradores. El cabecilla era Freddy Robert Solano Chávez, alias ‘Cuchara’, quien había entrado y salido más de una vez de la cárcel.
Durante los siguientes meses, en la fase de la reconstrucción, varios barrios de la ciudad tuvieron que organizarse para solucionar sus necesidades inmediatas y para solicitar a la municipalidad, el gobierno regional y el gobierno central la ayuda requerida. En esa reorganización dirigencial surgió la figura de Pablo Mendoza Chávez, conocido como ‘Cheto’. En su foto de perfil de Facebook, aparece él dentro de una vivienda de esteras, dando un discurso con un micrófono en la mano. .
Lo que la imagen no muestra, lo venían investigando durante varios meses un equipo de policías de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), una unidad especializada en grupos de crimen organizado. A través de información de inteligencia y de un paciente trabajo de seguimiento, se descubrió que ‘Cheto’ dirigía a un grupo de personajes que ocupaban terrenos ilegalmente, todos ubicados en los arenales alrededor del kilómetro 298 de la carretera Panamericana Norte. Otras veces, el grupo desalojaba a los dueños con violencia. Después se aplicaba un perverso sistema de amenazas, exigencias de pagos y extorsiones, según la carpeta fiscal 3106055600-2018-09-0.
En mayo de este año, Fernando Yacupoma Guerrero, un morador de la segunda etapa del sector de Miraflores, en el pueblo joven Santo Domingo, denunció a Mendoza por el delito de usurpación agraviada. Él dijo a la policía que llegó a su casa y encontró todas sus pertenencias en la calle, y que adentro ya se había instalado otra persona. “Con el ánimo de apropiarse de todo, destruyeron los linderos consistentes en esteras y madera, mi casa habitación con material prefabricado, esteras, techo ligero, cocina, mesa, silla, balón de gas, utensilios como platos y cubiertos, cama, bidón grande, cilindro, etc.”, se lee en la denuncia.
‘Cheto’ fue detenido, en inmediatamente salieron en su apoyo grupos de vecinos que protestaron frente a la comisaría dónde él permanecía, mostrando letreros y coreando su nombre. Fue liberado al día siguiente.
Los policías que seguían sus pasos encontraron que la banda criminal contaba con apoyo desde la fiscalía. Según los agentes a cargo del caso, el hermano de ‘Cheto’, José Mendoza Chávez, trabaja como asistente fiscal en la sede del Ministerio Público, y habría establecido contactos con fiscales y funcionarios de esta entidad. Esto permitía que denuncias como la de Yacupoma no tuvieran mayor efecto.
Además, a través de escuchas telefónicas, se encontró que el grupo había definido las funciones de cada uno de los integrantes: estaban los encargados de las usurpaciones u ocupaciones de terrenos, los que brindaban seguridad en las zonas tomadas, y había también un brazo armados, que utilizaba pistolas y municiones, algunas de las cuales las proveía un militar en actividad desde Lima.
La madrugada del viernes, el grupo fue desarticulado en un operativo en el que participaron más de 300 policías y 25 fiscales. Se capturó a ‘Cheto’ y a otras 14 personas, incluida Beatriz Haydee Gómez Carranza, fiscal del Primer Despacho de la Fiscalía Provincial Penal Coordinadora de Huarmey, y el licenciado del Ejército Robert José Tello Postillón, a quien en las escuchas se lo identifica como ‘Milico’. El hermano del cabecilla también tiene orden de detención dictada por el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Huarmey, pero escapó.
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