Aunque reconoció no tener pruebas acusatorias directas, el presidente regional de Áncash, Waldo Ríos, aseguró que existe una “mano negra” en Lima que lo ataca constantemente por intereses millonarios y que pretende hundir a su región.
“No es justo lo que están haciendo con Áncash. Sabemos que la mano negra que manejó la corrupción se ha enquistado en Lima y que sigue operando. Mis donantes están siendo perseguidos por esa mano negra, y eso no es justo porque ellos ayudaron al rescate de la democracia plena”, sostuvo Ríos en un evento en el Colegio de Periodistas en Lima.
De otro lado, Waldo Ríos reiteró su pedido de ayuda al Poder Ejecutivo para reactivar la economía de su región, pues asegura que existe un forado de 600 millones de soles que le dejaron anteriores gestiones.
“Necesitamos recursos para impulsar la actividad productiva y echar a mecanismos como las alianzas público privadas o la ejecución de obras por impuestos para superar este mal momento”, refirió.
Y pese a que ha reconocido que no podrá entregar S/.500 a cada familia ancashina, como prometió en su campaña electoral, Waldo Ríos insistió en una propuesta para presentar el proyecto del Bono 500 a nivel nacional. Según dijo, presentará la iniciativa el 6 de agosto ante el Congreso de la República, donde espera ser recibido.