Un mensaje a la nación de apenas diez minutos tuvo la capacidad de generar desorden social, afectar negocios, desviar el transporte e, incluso, cerrar la educación. Pedro Castillo Terrones, hoy investigado por el delito de rebelión, decidió disolver el Congreso de la República e imponer un golpe de Estado horas antes de la votación por su vacancia. La noticia, inesperada por la población, no solo tuvo un impacto político muy grande, sino que reveló el daño que genera la incertidumbre política en nuestra sociedad.
En el mes en el que el Emporio Comercial de Gamarra realiza su campaña más importante del año, la noticia de la disolución del legislativo generó un pánico colectivo que llevó al temor y la incertidumbre de tanto empresarios como clientes. Así lo explicó Susana Saldaña, presidenta de la Asociación Empresarial Gamarra en entrevista con El Comercio.
“La mayoría de clientes empezó a retirarse [tras el anuncio de Pedro Castillo de disolver el Congreso] por el pánico de lo que podría suceder durante un Golpe de Estado”, mencionó Saldaña. Además, detalló que muchos empresarios optaron por cerrar sus negocios y las galerías también hicieron lo propio para resguardar a la clientela, pero estas medidas no perduraron.
Saldaña también aclaró que “no hubo saqueo alguno a ninguna tienda ni a ninguna galería”. Solo hubo un intento de ocupar una de las calles por parte de vendedores ambulantes, pero que no llegó a mayores. Además, la presidenta mencionó que se coordinó con la Policía Nacional del Perú (PNP) para que resguarden la zona, medida que continuará durante los próximos días.
Sin embargo, a pesar que el desorden fue momentáneo y el golpe de Estado no fue respaldado por las demás autoridades, muchos clientes prefirieron dejar el emporio o no ir a comprar. Durante su mes más importante, “ha sido un día durísimo económicamente para nosotros porque esto ha sucedido al mediodía”, contó Saldaña. Además, estimó que el 80% de los clientes se retiraron de Gamarra tras las declaraciones de Castillo.
Se cerró la educación
Tras la decisión de disolver el congreso, varios ministros del entonces mandatario Pedro Castillo presentaron sus renuncias y mostraron rechazo a la medida tomada, incluyendo al Rosendo Serna, ministro de Educación. Poco después, el Ministerio de Educación (Minedu) suspendió en todo el territorio nacional las clases de turno tarde y noche de las instituciones básicas, tecno-productivas y superiores universitarias.
También se conoció que varias instituciones educativas optaron por adelantar la salida de clases ante la incertidumbre coyuntural. Incluso, diversas universidades tomaron medidas similares. Por ejemplo, la Pontificia Universidad Católica del Perú suspendió todas su actividades a partir de las 3 p.m. Disposiciones similares se tomaron en la Universidad de Lima, la Universidad Peruana Cayetano Heredia, la Universidad Nacional Agraria La Molina, entre otras.
Tanto el Consorcio de Universidades como la Asociación de Universidades Nacionales del Perú mostraron su rechazo al intento de Pedro Castillo de quebrar el orden institucional.
Comunicado pic.twitter.com/VrGZ7AB8Bl
— Consorcio de Universidades (@ConsorcioEduPe) December 8, 2022
La #Aunap, saluda la sucesión de Dina Boluarte como Presidenta Constitucional de la República del Perú. pic.twitter.com/LrVKxxHZV3
— Asociación de Universidades Nacionales del Perú (@Aunaperu) December 7, 2022
La coyuntura también generó dudas sobre la continuidad de la Prueba Nacional del Concurso de Ingreso a la Carrera Pública Magisterial 2022, la cual se realizará este 9 de diciembre. Se estima que alrededor de 157 mil docentes tomarán la prueba. El Minedu anunció que se mantendrá en la fecha prevista.
Por otro lado, la Universidad del Pacífico se vio obligada a cancelar la ceremonia de graduación de tres facultades. Esta estaba planificada para realizarse el mismo 7 de diciembre, pero deberá ser reagendada.
Cambios de ruta
Tras los acontecimientos se registraron manifestaciones en diferentes zonas de la capital. A las afueras de la Prefectura de Lima, donde se retuvo a Pedro Castillo, se encuentra la estación España del Metropolitano. Si bien el servicio se mantuvo operativo durante horas, tras los enfrentamientos entre efectivos de la PNP y manifestantes, se optó por desviar a los buses.
Además, la Autoridad de Transporte Urbano decretó que las unidades de la ruta A del Metropolitano solo realizarían paradas en la estación Central, Caquetá y terminal Naranjal de sur a norte. Asimismo, la ruta C recortó su recorrido hasta la estación Central de sur a norte.