Efectivos policiales capturaron a tres de los cuatro involucrados en el crimen del alcalde del distrito de Mara (Apurímac), Alberto Roque Cconislla. Uno de los detenidos confesó que disparó contra la autoridad edil con la intensión de asaltarlo.
La madrugada del miércoles personal de la División de Homicidios y de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía capturó en Mara a Clever Quiña Gamarra (28), tras un paciente seguimiento.
El sujeto, natural de la comunidad de Saywa, en la provincia cusqueña de Chumbivilcas, aceptó su responsabilidad y contó que tres personas más participaron del crimen.
La declaración del asesino confeso permitió a los agentes policiales dar con el paradero de otros dos implicados. Estos últimos cayeron la noche del jueves también en una vivienda del distrito de Mara.
Fuentes de la Policía informaron a El Comercio que Quiña Gamarra contó cómo ocurrió el asesinato de Alberto Roque el pasado 18 de marzo. Según el delincuente, la intensión de esta banda delictiva era perpetrar un asalto sin saber que en el vehículo que interceptaron se encontraba el alcalde de su zona.
Esta versión traería abajo la hipótesis de que el crimen tendría móvil político. Aunque el único testigo del hecho, Hipólito Mío Ruiz, chofer del alcalde, continúa preso en el penal de Qenccoro, con una orden de prisión preventiva por nueve meses, el autor material del crimen no lo involucra.
Refuerzo policial
Hace unos días el Comercio reveló la crisis en seguridad ciudadana que se vive en la región Apurímac. Según el gobernador regional Wilber Venegas, la ola de violencia obedece al déficit de agentes policiales y las carencias logísticas.
Ante esta situación la Policía Nacional dispuso que los 160 suboficiales egresados recientemente de la Escuela de Pacucha se queden en Apurimac. La región solo contaba con 1.250 policías para las 49 comisarías de sus 81 distritos.
El jefe de la Región Policial de Apurímac, general PNP Víctor Raúl Rucoba Tello, informó que en los próximos días el nuevo personal policial será capacitado en control de disturbios antes los conflictos que se registran en la región.
“Debemos reconocer que este déficit de personal afectó la seguridad en Apurímac. Muchas comisarías solo contaban con 6 policías, pero ahora tendrán como mínimo 10 efectivos”, señaló el jefe policial.