De niño, Sergio Huanca Yruri vivía traumado con las matemáticas. A los 8 años, cuando se dio cuenta que temblaba cada vez que comenzaba la hora del curso de matemáticas, decidió que tenía que encontrar un nuevo método para hacer los cálculos correctamente. Décadas después, Sergio halló esa respuesta en la matemática andina. Desde hace 7 años, Huanca Yruri investiga el uso del ábaco incaico, un instrumento que, piena, puede utilizarse para motivar la enseñanza de las matemáticas en las escuelas de Arequipa.
—¿Cómo empieza a investigar sobre las matemáticas andinas?
Hace muchos años encontré un dibujo de Guamán Poma de Ayala en el que se veía a un contador de quipus del imperio Inca. En el dibujo aparece un ábaco inca o ‘yupana’ que, a diferencia del ábaco que conocemos, está conformado por una cuadrícula de 4 columnas y 5 filas. Según cuenta el cronista, se usaban maíces para hacer los cálculos matemáticos según un sistema basado en el número 40. Gracias a este instrumento se podía calcular de manera más rápida que los españoles sin usar papel o pluma. Lo resultados obtenidos por la ‘yupana’ se almacenaban en el quipu que era como un disco duro. Ese fue el primer hilo de la madeja para mis futuras investigaciones.
— ¿Qué le llamó la atención de este sistema de cálculo?
Siempre creí que la matemática inca no era avanzada. Como a todos, en el colegio me hablaron de los mayas o los sumerios, pero al conocer esta información empecé a avizorar la posibilidad de que nuestros antepasados también habrían destacado en esta ciencia. Además, me di cuenta de que la matemática inca se basaba no en un sistema decimal, sino en un esquema dual: el hombre tiene 20 dedos en las manos y los pies; la mujer también tiene 20, eso nos da como resultado el número 40 en torno al cual gira este modelo de cálculo antiguo.
— ¿Hasta el momento qué ha descubierto sobre el uso del ábaco incaico?
En algunos aspectos puede ser más potente que el ábaco occidental. Con este aparato, además de las sumas, restas y multiplicaciones, pueden hacerse divisiones e, incluso, sacar raíces cuadradas. También, con el ábaco incaico he podido hacer cálculos algebraicos usando el color de las cuentas para diferenciar el grado de las variables. El uso del color era muy importante para los incas en sus cálculos, ya que permitía visualizar lo números, pero este elemento ha sido dejado de lado en la matemática occidental.
— ¿Cómo puede aportar este instrumento a la enseñanza de las matemáticas en los colegios?
Yo creo que con este sistema los niños se pueden apasionar con las matemáticas porque verán los cálculos como si fueran un juego. No solo tienes que amontonar las cuentas sino que hay que ir agrupando las bolitas según las cuadrículas. Es todo un reto para los niños que van a quedar prendados durante el proceso. Por eso me gustaría que las autoridades educativas puedan tomar en cuenta mi propuesta.
— ¿Por qué nos aterran tanto las matemáticas?
Porque nos las muestran como aburridas. En el Perú, la enseñanza de las matemáticas es abstracta y los niños tienen una idea muy vaga de los números. ¿Qué pasaría si hubiera una manera de visualizar los números? Con el ábaco incaico los cálculos ya no solo suceden en la mente. Pueden verse y tocarse, así es mucho más fácil resolver alguna operación aritmética.
— ¿En general qué habilidades se desarrollan al usar ábacos?
Al usar un ábaco no solo realizas cálculos sino que mejoras la memoria numérica y el razonamiento. Por ejemplo, en Corea del Sur, China y Japón, países que tienen muchos mejores resultados que nosotros en las pruebas PISA, es común que se promueva el uso de ábacos y no de calculadoras en la escuela primaria.
—¿En el Perú tenemos graves dificultades para las matemáticas?
Es muy probable que si le pides a un joven leer los nueve dígitos de un celular como si fuera un solo número no pueda hacerlo. Lo leerá de manera fragmentaria, de tres en tres o de dos en dos. Al ver el número 959208556 no podrán reconocerlo como 959 millones 208 mil 556.
— Nos hemos olvidado de lo vitales que son las matemáticas para nuestras vidas…
La matemática no solo permite hacer cálculos, también te sirve para tener tus reflejos mentales mucho más ágiles. Gracias a las matemáticas puedes comprender con mayor facilidad cualquier cosa que te expliquen sin necesidad de que te lo digan una y otra vez. La matemática es como una gimnasia para la mente. Sin embargo, algunas personas prefieren cultivar primero sus cuerpos con pesas y pociones, antes que poner esfuerzos en ejercitar su cerebro.