Pese a que tiene nombre de varón, en su DNI aún figura el sexo femenino, lo que le ha causado problemas.
Pese a que tiene nombre de varón, en su DNI aún figura el sexo femenino, lo que le ha causado problemas.
Redacción EC

Julián –como le llamaremos– no se siente cómodo con esta entrevista. Aunque está alegre por el reciente fallo judicial que autorizó su cambio de sexo en sus documentos, prefiere el anonimato y aún teme que una futura apelación acabe con su entusiasmo. Fue difícil convencerlo, pero este martes accedió a contar su historia a El Comercio en Arequipa.

Sus dudas empezaron desde la infancia. Julián nació con los órganos sexuales de una mujer y sus padres le pusieron un nombre femenino, pero cuando se miraba en el espejo no se reconocía como una niña.

Con la adolescencia, vio “con miedo” cómo crecían sus senos y caderas. La primera menstruación lo deprimió a tal punto que tentó el suicidio. Mientras tanto, en su colegio le enseñaban que solo hay dos sexos: masculino y femenino.

A los 15, Julián tomó valor y reveló a su familia su deseo de ser reconocido como hombre. Sus padres, reticentes al principio, decidieron respaldarlo. El camino hacia la masculinidad no fue sencillo. A los 16 años, empezó con terapia psicológica. Luego, se cortó el pelo y botó sus prendas femeninas. Después vino el tratamiento con hormonas: cada tres semanas se inyectaba testosterona.

La transformación fue radical. Con las hormonas su menstruación se detuvo, su voz se hizo grave y le empezaron a salir vellos.

Siendo menor de edad, sus padres iniciaron un proceso ante el Cuarto Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa para que se le cambie el nombre por uno masculino. Cuando el proceso seguía en marcha, Julián cumplió la mayoría de edad y se extirpó los senos. En el 2014, se sometió a una costosa histerectomía: se le extrajeron el útero, los ovarios y las trompas de Falopio.

—El nombre no basta—
Tenía 20 años cuando el Poder Judicial admitió el cambio de nombre. Con apariencia y nombre de hombre, se preparó para empezar una nueva vida. Su sueño era –y es– ser ingeniero.

Pese a que tiene nombre de varón, en su DNI aún figura el sexo femenino. Esta contradicción le ha causado problemas en los últimos años. En una universidad, por ejemplo, no lo dejaron dar el examen de admisión porque lo tomaron por un suplantador. Fue expulsado sin derecho a reclamo.

Sin poder estudiar, buscó trabajo, pero también fue rechazado. En las entrevistas, los empleadores pensaban que tenía un DNI falso. Cuando explicaba que era transexual, lo miraban como si fuera un degenerado. Tuvo que trabajar de lavacarros, de mesero o en cualquier oficio en el que no tuviera que identificarse.

Harto de la discriminación, Julián decidió denunciar al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec). Su objetivo: que se lo reconozca en el DNI y la partida de nacimiento como hombre. Aunque su demanda fue rechazada por varios juzgados, esta fue admitida el 2016 por el Segundo Juzgado Civil de Paucarpata. El 5 de enero pasado, el Poder Judicial le dio la razón.

—Primera instancia—
La sentencia judicial ordena que el Reniec consigne al joven como un peruano de sexo masculino y que también se modifique la partida de nacimiento de la Municipalidad de Arequipa. Según informó ayer el Poder Judicial, el fallo busca defender el derecho fundamental a la libertad, desarrollo y bienestar de la persona.

El juez Yuri Corrales Cuba, titular del juzgado de Paucarpata, ha señalado que su decisión se ampara en la Constitución y en el expediente STC 6040-2015-PA/TC, que emitió el Tribunal Constitucional el 21 de octubre del 2016.

Asimismo, el expediente del Tribunal Constitucional señala que “existe la posibilidad de que, en ciertos casos, el derecho a la identidad personal faculte a un juez a reconocer el cambio de sexo”.
Entre las pruebas que aceptó el juez Corrales estuvieron el testimonio de Julián, quien sufrió discriminación, además de exámenes clínicos y pruebas de las cirugías a las que se sometió.

Aunque el jefe del Reniec en la región sur, Walter Aguirre, dijo hace pocos días que cumpliría la decisión judicial, la procuraduría de esta institución ya había apelado el fallo el viernes pasado. Por su parte, el Registro de Estado Civil de la Municipalidad de Arequipa informó que aún no está al tanto de la decisión judicial.

El Comercio conversó con Susana Chávez, directora de Promsex, sobre el tema. “Que un juzgado empiece a atender demandas de este tipo es definitivamente algo importante y va a resolver temas cruciales para las personas. Es algo que tiene que hacerse”, opinó la especialista en temas de salud pública y género.

*Con colaboración de Zenaida Condori.

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