Conoce a Chiko, el perro antidrogas de Arequipa
Conoce a Chiko, el perro antidrogas de Arequipa
Redacción EC

JASSON TICONA

Chiko es un perro labrador excesivamente juguetón. Salta, corre, mueve la cola y vuelve a saltar. “Es muy cariñoso, no muerde”, dice el brigadier PNP, Santos Rodríguez Quicaña, entrenador del animal. Pero Chiko, a diferencia de otros canes, tiene una ‘afición’ bastante particular: con su fino olfato, es capaz de detectar marihuana, , LSD, heroína y hasta dinero mal habido escondidos en los lugares más impensados. 

Su último logro fue hallar más de 100 kilos de alcaloide de cocaína, escondidos en un camión que se dirigía al distrito de Cocachacra, provincia de Islay. 

La madrugada del 3 de julio, la brigada D-4 del (Depandro) junto a Chiko llegó hasta el kilómetro 4 de la vía de penetración a Arequipa. Los agentes policiales encontraron tres paquetes de droga. Nadie se imaginó que en el camión había otros 101 paquetes más ocultos en la carrocería. El can antidrogas subió a la plataforma del camión y empezó a rascar las paredes. Su comportamiento habitual cuando encuentra algo ilícito.

“Buen chico”, le dijo el brigadier PNP Santos Rodríguez. El perro movió la cola, empezó a correr y recibió su premio. Esa madrugada, una vez más, se convirtió en el héroe del Depandro. Todos los agentes le acariciaron la cabeza en señal de reconocimiento. 
“Chiko me acompaña desde hace cinco años, lo tengo desde que era un cachorrito”, cuenta Santos Rodríguez.

En el Departamento Antidrogas de , existen tres canes entrenados para encontrar narcóticos. Además de Chiko están Katy y Sarko, ambos de raza pastor belga malinois.

Para el jefe del Depandro, mayor PNP José Miguel Hidalgo Rabanal, los tres perros son el orgullo de la institución. Si uno ingresa a las instalaciones del Depandro, lo primero que escuchará son sus ladridos. Pero aquí nadie aborrece a los perros, muy por el contrario, cada día un agente se hace cargo de su alimentación y limpieza.

El afinado olfato de estos animales es fruto de un entrenamiento que puede, incluso, tomar varios meses. Chiko, por ejemplo, fue entrenado en tres oportunidades en Lima. Casi diez meses de adiestramiento para poner en jaque a los narcotraficantes. También recibió entrenamiento por dos meses para el rescate de personas. Su progenitor, Ringo, también es experto en detectar sustancias y productos ilegales, y trabaja con los agentes de la Policía de Carreteras de Arequipa. 

Actualmente, las razas más utilizadas son el pastor belga malinois, pastor alemán, golden retriver y el labrador porque son los más juguetones. El más inquieto de esos ejemplares será el seleccionado para convertirse en un integrante de la fuerza policial. Y es que los perros no solo colaboran, tienen un legajo, una asignación de alimentos y visitas periódicas a la veterinaria.

“Estos animales son entrenados mediante juegos. Él siente que está jugando cuando realiza el trabajo, busca su juguete”, señala su entrenador. 

Le pregunto si cambiaría su animal por algo material o si quisiera venderlo. “Mi perro no tiene precio, tiene un valor incalculable. Nunca lo vendería”, responde Santos con un rostro que demuestra mucha seriedad, mientras abraza a su animal que, otra vez, quiere jugar, saltar y correr. 

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