MARÍA EUGENIA SALAS
Las interminables visitas al hospital, por lo menos tres veces por semana, con sesiones de hemodiálisis de 210 largos minutos, son historia para 26 pacientes que en el 2013 recibieron el trasplante de un riñón y pudieron recuperar su vida.
Estos pacientes han soportado durante años sesiones de hemodiálisis de más de tres horas, en las que su sangre era extraída para eliminar residuos como potasio y urea y luego devuelta a su organismo, después de haber sido purificada.
En Arequipa hay 500 pacientes que requieren ser sometidos a un proceso de hemodiálisis. Para ello es indispensable que visiten el hospital Carlos Alberto Seguín o alguna de las tres clínicas que firmaron convenio con Essalud en la región.
Hay otras 130 personas que deben hacer el procedimiento en sus casas a través de la diálisis peritoneal, una técnica de depuración similar a la hemodiálisis. Ellos necesitan someterse a este procedimiento al menos tres veces al día.
De esta cantidad de pacientes, hay 40 que necesitan el trasplante urgente de un riñón. El 15% de estos casos corresponde a niños entre 10 y 12 años, que nacieron con males congénitos.
EL PROBLEMA DEL DESCONOCIMIENTO
Carlos Pereda Vejarano, gerente del Centro Nacional de Salud Renal, precisó que el incremento de pacientes con insuficiencia renal crónica terminal se origina sobre todo por el desconocimiento del mal.
“Cuando llegan a Essalud, la enfermedad está muy avanzada. En su mayoría se trata de pacientes con diabetes e hipertensión arterial”, explicó el especialista.
Gustavo Ortega Huamonte, coordinador de la Unidad de Procura de Órganos y Trasplante de la Gerencia de Essalud de Arequipa, destacó que el año pasado se triplicase el número de pacientes beneficiados. Mientras que en el 2012 se atendieron los requerimientos de trasplante de riñón de nueve personas, el año pasado se llegó a atender 26 casos. Para lograr esta cifra, Ortega Huamonte remarcó que su equipo constantemente monitorea las unidades de cuidado crítico de todos los hospitales y clínicas de Arequipa, a fin de acercarse a los familiares y gestionar la donación de órganos.
“Somos conscientes de que la familia atraviesa por un momento difícil, por lo que somos cuidadosos en buscar el momento oportuno para consultar si su familiar estaba de acuerdo con la donación de órganos. No es indispensable que en el DNI figure como donante”, comentó Ortega.
MÁS DE 8 MIL PACIENTES
En el país son más de 8.000 pacientes con insuficiencia renal terminal quienes reciben tratamiento de hemodiálisis.
Delina Vargas de Chuctayo, de 58 años, ha sido la última paciente que recibió un trasplante de riñón en Arequipa. “Desde que me enteré que recibiría el riñón, sentí que mi vida iba a ser como antes. Si están en las condiciones de donar, no lo duden, es la mejor muestra de solidaridad”, sostuvo con nuevos bríos.