Todo sucedió en pocos segundos. El conductor de la camioneta de la Municipalidad de La Mar (Ayacucho) vio por el retrovisor que una todoterreno blanca –o quizá gris– aceleró de manera extraña. Él pensó que querían adelantarlos y se colocó al costado izquierdo de la angosta trocha para dejarlos pasar. Pero en vez de seguir su camino, el vehículo los bloqueó y los sujetos que iban allí empezaron a disparar a mansalva. No robaron nada y escaparon a toda velocidad en medio de la selva ayacuchana.
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El ataque contra la camioneta municipal, de placa BOD-840, ocurrió ayer aproximadamente a las 11 a.m. en el paraje conocido como Herccemayo, cerca de la comunidad de Palmas, a solo 15 minutos de la plaza del distrito ayacuchano de Ayna, en el Vraem.
En el vehículo iban el alcalde provincial de La Mar, Wilder Manyavilca Silva; su esposa, Dunia Bustios Quispe; el jefe de imagen institucional del municipio, Fredy Navarro; un ingeniero; y el conductor.
Tras el ataque, el burgomaestre y su cónyuge fueron trasladados al hospital de Ayna, donde se confirmó su muerte. En tanto, Navarro se salvó de milagro: una bala le rozó la frente. El ingeniero y el chofer también sobrevivieron.
Siete agentes de la comisaría de Ayna iniciaron el patrullaje de búsqueda y se comunicaron con unidades cercanas para aplicar el plan cerco y atrapar a los asesinos. No hubo resultados.
Consternado, el alcalde distrital de Ayna, Javier Contreras de la Cruz, condenó el crimen y pidió mayor seguridad en la zona. “El Gobierno debe tomar acciones inmediatas porque el sicariato se está desbordando en estas localidades, que están lejos de Lima. Es muy lamentable lo que ha pasado”, dijo a El Comercio en las afueras del hospital.
El burgomaestre de Santa Rosa, Sabino Cavalcanti Gozme, narró a este Diario que la comitiva atacada se dirigía a su distrito para colocar la primera piedra del segundo piso de una casa comunal en el centro poblado de Gloriapata. Él pidió justicia y mayor atención del Ejecutivo. “Aquí pasan violaciones, asesinatos, robos, de todo. Nosotros tenemos proyectos de seguridad ciudadana, pero el Ministerio del Interior no nos atiende porque señala que no hay presupuesto. Hacemos un llamado de auxilio al presidente Pedro Castillo”, expresó.
Asimismo, la presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, escribió en Twitter: “Es un acto de violencia condenable, ¡exigimos justicia!”.
Investigación
El Ministerio Público ordenó el traslado de los cuerpos a la morgue de Pichari para la necropsia. En tanto, la policía investiga el móvil de la embocada. Ayer se hablaba de un posible ajuste de cuentas y, prácticamente, se descartó que se hubiese tratado de un ataque terrorista.
Según se conoció, la noche del jueves el alcalde y su comitiva pernoctaron en Pichari (La Convención, Cusco) y al amanecer salieron rumbo a Santa Rosa. La primera piedra se iba a poner al mediodía. De camino, entregaron unas calaminas para techar el comedor popular del centro poblado de Calicanto. Allí, el burgomaestre se tomó la última foto en vida.
El último miércoles, Manyavilca estuvo en Huamanga, durante la presentación del informe de los cien primeros días del Gobierno que hizo el presidente Pedro Castillo. El mandatario ayer condenó el crimen. “He dado instrucciones al Ministerio del Interior para que despliegue todo el personal necesario y que haga una investigación de manera inmediata y rápida”, dijo desde el Callao.
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