En la provincia Paucar del Sara Sara, en Ayacucho, se encuentra la unidad minera Inmaculada. Esta es operada por la minera Ares, filial de la reconocida empresa Hochschild Minining. A pesar de ser una de las operaciones más importantes de la gigantesca Hochschild, un diálogo dilatado en medio de un conflicto social pone en riesgo alrededor de 1.700 trabajadores que están impedidos de salir de las dependencias de la mina desde el jueves por el bloqueo de vías por parte de la comunidad de Huancute.
Luis Alvarado, representante de la Adjuntía para la Prevención de Conflictos Sociales de la Defensoría del Pueblo, explicó a El Comercio que el conflicto entre la población y la minera Ares tiene varios meses por la “posesión y propiedad de un terreno que se encuentra dentro de la unidad minera”.
Hace dos días, cuando se intentó relevar a los trabajadores, el personal fue agredido por los comuneros. Ante esto, la Policía Nacional respondió a la situación de violencia y dos policías y dos civiles resultaron heridos.
Además, a través de un comunicado, Hochschild y la minera Ares también anunciaron que, además de los hechos de agresión hacia el personal, se “incendiaron siete volquetes, un cargador frontal e intentaron atacar el polvorín de la unidad minera, poniendo en peligro la vida de los trabajadores y de los propios pobladores”.
Un diálogo dilatado
Alvarado también indicó que ambas partes se han mostrado abiertas al diálogo. Sin embargo, añadió que las idas y vueltas respecto al lugar donde se realizará dicho diálogo son la principal causa de su dilatación. Durante este proceso se han registrado actos de manifestación como de violencia, incluyendo daños a la propiedad de la minera.
“Lo que no se puede tolerar es que se intimide o se restringe el acceso de trabajadores. Eso nada tiene que ver con el dialogo. El diálogo no puede estar condicionado a una situación así”, declaró el vocero de la Defensoría.
Enfrentamientos constantes
Cabe precisar que no es primera vez que se evidencian enfrentamientos entre efectivos policiales, los pobladores de Huancute y la minera Ares. Por ejemplo, “el 12 de noviembre, los pobladores tomaron posesión de una parte de la unidad minera que ellos consideran de su propiedad, pero fueron desalojados por la policía”, recordó Alvarado.
Como estos, han ocurrido otros intentos de invadir zonas de la unidad minera. Cabe precisar que los pobladores de Huancute mencionan que parte del territorio es suyo y han solicitado a la empresa minera a retirarse de la zona tras supuestamente incumplir con los compromisos sociales.