El suicidio de un menor resuena porque ataca supuestas certezas, como que la niñez y la adolescencia son un eterno campo de juego ajeno a la presión de la vida adulta. La realidad no es tan rosa ni los recuerdos tan limpios como los pinta la nostalgia: la depresión es más frecuente entre menores que en adultos, en una proporción de más del doble (20% frente a 8%), según estudios. Y si esta no es tratada, podría devenir en algo fatal.
"De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, en el Perú la tasa de suicidio de menores de 5 a 14 años es 0,6% por 100 mil habitantes. Y en el rango de 15 a 29 años sube a 4,9% por 100 mil personas”, afirma Yuri Cutipé, psiquiatra especializado en niños y adolescentes y director de salud mental del Ministerio de Salud. En nuestro país tenemos una tasa baja de este fenómeno, pero al ser 30 millones de habitantes y no 3 millones como Uruguay, hace que en verdad estemos hablando de una importante cifra que no debe ser subestimada.
Paren el mundo
El suicidio es ubicuo en estos días. Se discute si el acto de matarse se puede trivializar a tal punto que se convierta en juego o una moda. Los sospechosos son dos productos de esta era: la serie de TV "13 Reasons Why" (Netflix) y el juego de "La ballena azul". La primera, que acaba de renovar por una segunda temporada, versa sobre una escolar que termina con su vida tras haber sufrido acoso de sus compañeros e incluso una violación. Ella se despide culpando a quienes la hostigaron, dejando mensajes en casets.
"La ballena azul" es un juego del que todos hablan, aunque la información verificada sobre este es pasmosa por lo escasa. Los jóvenes participantes son sometidos a 50 retos por parte de una persona que solo conocen por redes, como WhatsApp o grupos privados de Facebook. Entre esos desafíos, que deben ser probados mediante fotos, está hacerse cortes en los brazos. El último paso es eliminarse. El juego estaría detrás de una epidemia de suicidios adolescentes en el mundo, varios de ellos ocurridos en Rusia hace dos años, en donde se inició.
No es un juego.
Esta semana, una noticia de portada en un diario limeño sobre la presunta llegada de "La ballena azul" a un colegio público de Los Olivos fue desmentida por el Ministerio de Educación (Minedu), quien mediante una investigación determinó que se trata de dos casos de alumnas con cortes en los brazos que no tienen relación alguna con el juego. “Las dos estudiantes han manifestado que, por problemas familiares que afrontan, ellas mismas se han generado estas laceraciones hace dos años”, dijo el organismo.
La gran advertencia de "La ballena azul" y de las series que tratan el tema del suicidio es que puedan terminar glorificando un asunto que, en opinión de los expertos, debería ser tratado con seriedad, desde la perspectiva de la salud mental. “Existe lo que se llama los 'suicide cluster', 'copycat suicide' o suicidios por imitación. Se estudió mucho en los 80, en los Estados Unidos, en zonas donde luego de uno o dos casos de suicidios venía una ola de estos. Es algo que puede pasar. En el caso de la serie, es un peligro que se le dé un toque de glamour o de romanticismo al acto suicida y que se enfoque en el bullying y no lo ponga en el contexto de la salud mental”, dice Michael Kabar, director del Instituto de Neuroestimulación de Lima.
Mira el informe completo este sábado en Somos.
Mañana: Cuatro fotógrafas dan cuenta de la ilusión y el desafío que implica registrar a mujeres embarazadas. ¡No te lo pierdas! pic.twitter.com/qHjIMevvp2— Revista Somos (@SomosElComercio) 12 de mayo de 2017