Entre las 4 y 6:30 de la tarde del viernes 2 de junio de 2000, un camión de la empresa RANSA que transportaba mercurio líquido de la empresa minera Yanacocha, causó uno de los más grandes desastres ambientales registrado en nuestro país.
Quince años después, las secuelas de intoxicación persisten en la población del distrito de Choropampa, ubicada en la provincia de Chota en la región Cajamarca.
Según los testimonios, horas despúes del accidente, la empresa ofreció dinero para recuperar el mineral líquido y aumentó la incidencia por contaminación. Niños, mujeres y hombres recogieron el mercurio sin saber lo que era, ni los efectos que provocarían en su salud. La cifra calculada fue de 750 intoxicados.
El Comercio viajó hace cuatro años a la zona y recogió los siguientes testimonios que se hace relevante recordar hoy.
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