“El cáncer de páncreas es el más complejo de detectar” [VIDEO]
“El cáncer de páncreas es el más complejo de detectar” [VIDEO]
Diego Suárez Bosleman

Dentro de todos los del aparato digestivo es el más letal por su agresividad. Por ello, El Comercio conversó con el doctor José Sullón, especialista de Oncosalud, para tener más información al respecto.

El páncreas es un órgano que integra el aparato digestivo. El problema está en su ubicación: en la parte posterior del abdomen, escondido detrás del estómago y solo delante de la columna. Por ello las lesiones de muy pequeñas que puedan aparecer, son asintomáticas.

Este órgano se encarga, en su función digestiva, de producir enzimas para digerir carbohidratos y grasas. Por eso es que algunos síntomas que pueden aparecer son la intolerancia a las grasas, flatulencias o hincones en el abdomen, aunque no son señales específicas del .

En su segunda función, el páncreas produce insulina. Esta se encarga de controlar la glucosa en la sangre. Un paciente con el páncreas mal padece de diabetes. Si esto sucede en una persona joven, hasta podría considerarse a la diabetes como un potencial “síntoma” de un cáncer pancreático.

“Se trata de un cáncer del que es muy difícil hacer un diagnóstico en etapas muy tempranas. La mayoría de cánceres que son detectados en la etapa 1 se pueden tratar y controlar. Este se suele detectar en la etapa 3 o 4, que son las etapas en las que la posibilidad de curarse son menores”, indica el especialista.

Una de las cosas que juega en contra del paciente con cáncer de páncreas es la ubicación del órgano en cuestión. “Está en una zona muy cercana a otros órganos, con vasos y arterias principales muy cerca. Además, las células de la neoplasia pancreática son muy agresivas. Por eso cuando se disemina afecta rápidamente a otros órganos”, refiere Sullón.

De acuerdo con Sullón, se debe hacer una evaluación personalizada en cada paciente para ver cuáles son las posibilidades de tratamiento: si hace falta una operación o solo el uso de medicamentos.

"Según esa evaluación integral del paciente, el especialista puede determinar el pronóstico de vida que tiene. Los pacientes se pueden calificar en tres grupos: los que tiene oportunidad de resecar el tumor de manera quirúrgica; estos tienen muchas posibilidades de salir adelante, con un 25% de pacientes que muestran remisión de la enfermedad. Luego viene este segundo grupo, en donde no se puede resecar la lesión y el promedio de sobrevida llega a 10 u 11 meses tras el diagnóstico. Finalmente está el tercer grupo, de pacientes diagnosticados cuando ya hay metástasis y la sobrevida no vas más allá de tres o cuatro meses. Un 20% de pacientes se ubican en el primer grupo; y un 40% o 50% en el segundo grupo”.

Lamentablemente no existe aún ningún examen para detectarlo de manera temprana. Sin embargo, de acuerdo con el especialista, hay algunos factores determinantes para la aparición de la edad.

“Cuando la persona es mayor de los 60 años la recomendación es que se haga más exámenes de lo habitual. Los especialistas en temas digestivos recomendamos que se hagan ecografías de abdomen o tomografías. Como no hay una cultura de prevención y educación en salud, los que se sienten muy bien y sin síntomas podrían  tener un tumor de 15 cm y no sentir nada. Pero también somos conscientes de que no solo es el no hacerse los exámenes, sino que hay gran parte de la población que no cuenta con los medios para realizárselos”, detalla.