Durante la cuarentena establecida por el Ejecutivo para frenar la propagación del COVID-19, la Defensoría del Pueblo registró 326 casos de demandas y tensiones sociales en el país.
La mayoría de estos casos, reportados entre el 16 de marzo y el 31 de mayo, se debieron al retorno de migrantes a sus regiones de origen (154) y a demandas realizadas por el personal de salud (110). También hubo quejas relacionadas a los trabajadores en actividades mineras (36) y tensiones sociales como motines en cárceles (26).
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“Lo que ha sucedido en la cuarentena es que los conflictos sociales se han expresado de otra manera. Hubo protestas, demandas y lo que llamamos tensiones sociales. Si alguno de ellos se mantiene en el tiempo pasará al registro de conflictos de la defensoría”, explicó Rolando Luque, adjunto para la Prevención de Conflictos Sociales de la Defensoría del Pueblo.
Según la entidad, el número de casos registrados por traslados humanitarios fue mayor durante las primeras semanas de la cuarentena. En abril, ante la cantidad de personas que querían regresar a pie a sus regiones porque no contaban con empleo o vivienda en Lima, el Ejecutivo dispuso que el Indeci se encargara de trasladarlos siguiendo el protocolo sanitario respectivo para evitar posibles contagios.
Hasta la primera quincena de mayo, el Indeci informó que se logró trasladar a 24.606 personas a sus lugares de origen.
En las demandas referentes al personal de salud, la defensoría contabilizó los plantones organizados por médicos y enfermeras frente a los hospitales públicos, exigiendo equipos de protección por el COVID-19.
Uno de los últimos fue el realizado por el personal de salud del Hospital de Apoyo II de Sullana, en Piura. Los médicos pedían oxígeno y medicinas para atender a los pacientes infectados.
“En el caso de las cárceles hubo motines con fallecidos. Ahí estamos hablando de 26 casos en total. Todas estas demandas han sido casos que han derivado específicamente de la pandemia”, precisó el funcionario.
—Lo que viene después—
Para Rolando Luque, una de las preocupaciones de la defensoría es lo que sucederá después de la cuarentena con las 91 mesas de diálogo que se instalaron por conflictos sociales y que quedaron paralizadas durante el aislamiento social. Entre ellas están las vinculadas a los proyectos mineros Las Bambas (Apurímac) y Quellaveco (Moquegua).
“No hay una estrategia del manejo de la conflictividad social a pocos días de finalizar la cuarentena. Es probable que las mesas de diálogo sean luego una presión fuerte sobre el sistema político. Quedaron en suspenso pero están ahí y van a volver seguramente con mucha fuerza”, alertó.
¿Cómo solucionar conflictos sin diálogo presencial? La defensoría refirió que, luego de la pandemia, será necesario que el Ejecutivo realice un mapeo de la viabilidad tecnológica que hay en las zonas alejadas del país.
La entidad reportó que solo el 15% de los centros poblados donde se han venido desarrollando las mesas de diálogo cuenta con Internet fijo. “Allí hay un desafío comunicacional y tecnológico que se debe asumir de inmediato”, manifestó Luque. 
¿Qué es un coronavirus?
Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden llegar a causar infecciones que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, que se pueden contagiar de animales a personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios, el SRAS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano, mientras que el MERS-CoV pasó del dromedario a la gente. El último caso de coronavirus que se conoce es el COVID-19.
En resumen, un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano y debe su nombre al aspecto que presenta, ya que es muy parecido a una corona o un halo.
¿Qué es el COVID-19?
La COVID-19 es la enfermedad infecciosa que fue descubierta en Wuhan (China) en diciembre de 2019, a raíz del brote del virus que empezó a acabar con la vida de gran cantidad de personas.
El Comité Internacional de Taxonomía de Virus designó el nombre de este nuevo coronavirus como SARS-CoV-2.