Durante la última semana, El Comercio publicó dos informes que revelaron serias deficiencias en el sistema de Comunicación, Navegación y Vigilancia (CNS) de Corpac, con el cual se monitorean todas las aeronaves que hacen uso del espacio aéreo peruano. Este sábado, la entidad emitió un comunicado garantizando que “en ningún momento la seguridad y bienestar de los usuarios de los terminales aéreos a nivel nacional ha estado en riesgo”, aludiendo que “este tipo de informaciones perjudican enormemente la imagen del país, así como sus esfuerzos por lograr la reactivación económica”.
Cabe destacar que El Comercio contactó con Corpac y el MTC previo a la publicación del primer informe ‘Corpac: Sistema de vigilancia aérea no tiene garantía ni contrato de soporte mientras se reportan constante fallas y ‘black-out’, en el cual se detallaron los problemas con los radares y el sistema integrado de control aéreo. Sin embargo, no hubo respuesta de ninguna de las entidades a las preguntas enviadas ni a la solicitud de una entrevista con algún vocero. No fue hasta un día después de la presentación del segundo reportaje, ‘Equipos de Corpac mostraban ubicación errónea de aviones’, que revela la inoperatividad de dos sistemas satelitales, que Corpac envió el comunicado en cuestión. Pese a ello, este no da respuestas a las preguntas envidadas.
Fallas recientes y demostradas
El comunicado en cuestión no brindó mayores respuestas a las últimas revelaciones que son basadas en los propios documentos internos de Corpac. En primer lugar, la empresa adscrita al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció que “los radares mediante los cuales CORPAC brinda los servicios de navegación aérea no han sufrido desperfectos” pero que la “interrupción temporal del servicio de algún radar obedece a factores externos como fenómenos atmosféricos, interrupción no programada de energía eléctrica, entre otros”.
El Comercio tuvo acceso al oficio 0015-2023-MTC, emitido el 5 de febrero del 2024, por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) del MTC, en el cual se solicitó a Corpac información detallada sobre la “falla del sistema de vigilancia” del radar primario y secundario de la estación Gambetta. Estos radares cubren principalmente la capital, incluyendo el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Dicho oficio adjuntó “evidencias de las fallas ocurridas” en estos sistemas desde el 5 de enero del presente año, hechos que culminaron en “las fallas ocurridas [...] el día 11 de enero de 2024, y que afectó a la provisión del servicio de vigilancia del control de tránsito aéreo en los espacios aéreos al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez”.
A diferencia de lo expresado por Corpac, la evidencia presentada por la propia DGAC revela que no se trató de factores externos. El registro de alarmas adjunto al oficio determina que, desde el 5 de enero, el sistema de aire acondicionado de la mencionada estación “venía reportando alarmas de ‘Estado General Crítico’”. En la hoja de guardia del 10 de enero, “el técnico indica que el sistema radar primario está con temperatura alta de 26 grados Celsius”.
“Luego [el técnico] menciona que el sistema de monitoreo local del radar secundario presenta alarmas de fallo en aires acondiciones, pero concluye que dichas alarmas son falsas. No se observa ninguna actuación del técnico de turno frente a las alarmas presentadas”, sostiene el documento. El 11 de enero se repitieron los hechos. La inacción derivó a que “la temperatura interna de operación del sistema radar [llegara] a los 58 grados Celsius”.
Asimismo, la DGAC resaltó que “se evidencia que la condición de alarma en la temperatura de la estación radar ya estaba afectando la normal operación del mencionado sistema”. “Es inaceptable que, con todos los antecedentes expuestos, el técnico responsable de dichos sistemas reporte en su hoja de guardia que la sobretemperatura se presentó de manera intempestiva”, sostiene el informe. Cabe señalar que la DGAC es la autoridad responsable de normar, vigilar, fiscalizar, sancionar, así como desarrollar estrategias para lograr que las actividades de aeronáutica civil y la navegación aérea civil, logren un nivel de seguridad operacional aceptable.
Ante lo sucedido, la Dirección describió la situación como “preocupante, dado que a pesar de las alarmas [...] el personal de turno no haya tomado acción de manera inmediata para evitar afectación al servicio y daño al equipamiento”. “Se evidencia que no se viene llevando a cabo de manera apropiada las actividades de supervisión de los sistemas”. De acuerdo con Corpac, “el mantenimiento de radares y sistemas de gestión de tránsito aéreo se realiza con personal ATSEP [especialistas en sistemas electrónicos para la seguridad operacional del tránsito aéreo] de CORPAC que está capacitado y certificado”.
Días atrás, @paolobenza reveló documentos que delataba la debilidad del sistema de control aeronáutico: los radares de #Corpac mostraban fallas continuas, dejando a ciegas a los controladores con decenas de vuelos en el aire. Pero la situación es aún más crítica. Abro🧵 (1/6)
— Mathías Panizo (@Mpanizo99) March 28, 2024
Personal capacitado causó apagón
La información de los radares y todos los equipos de vigilancia y control aéreo se conectan por medio del sistema Aircon 2100, que fue proveído por la empresa española Indra Sistemas. Este permite proyectar en las pantallas del Centro de Control la ubicación, dirección y todos los datos necesarios de cada aeronave que vuela por el cielo peruano. El 11 de marzo, los servidores de Vigilancia Aérea de Corpac fueron desconectados por el accionar de un técnico de Corpac. Por ocho minutos, los equipos quedaron en negro.
Esta vez son correos internos -recopilados por El Comercio- los que revelan el accionar del propio personal técnico de Corpac. A las 11:09 a.m. de aquel lunes, se solicitó que personal de electricidad “desenergice el UPS (sistema de alimentación ininterrumpida), marca Salicru, modelos SCL-60-CUBE, serie N° 10D0204031, código de barras 0147330″. Este aparato iba a ser trasladado a Cusco, precisamente a la estación radar de Acopia Grande. A las 2:48 p.m., se designó a un técnico. Dos correos posteriores, enviados a las 7:03 p.m. y 7:59 p.m. confirman que, por error, se desconectó el sistema de vigilancia radar.
“Se procede a la desconexión para aislar el UPS, [pero] luego de dos segundos se reconecta inmediatamente al ver la inacción del UPS. Posteriormente, los técnicos de vigilancia aérea y el supervisor [...] se hacen presentes en la sala de UPSs indicando que ha ocurrido una interrupción de energía en los servicios de vigilancia aérea, luego de ocho minutos paulatinamente se restablece el sistema de vigilancia radar”, se lee en el correo de las 7:03 p.m, enviado por el técnico de turno. El mismo sostiene: “cabe recomendar que estos trabajos deben ser realizados por la empresa contratista quien instaló el UPS”.
El segundo correo, enviado por el supervisor del sistema de Comunicación, Navegación y Vigilancia, detalla que se perdió información y presentación de las pantallas radar y planes de vuelo, así como en los monitores. Si bien la desconexión fue de tan solo segundos, esto causó -según ambos correos- el reinicio de todo el sistema. “Esto origina la pérdida de toda la información radar que es concentrada en los servidores y procesada para su visualización en el centro de control, [Torre de Control] y provincias”, sostiene la comunicación. La causa -de acuerdo con la correspondencia- se debió a que se tuvo la información errónea sobre la ubicación de las llaves eléctricas, “ya que se bajó la llave equivocada”.
Ni garantía ni servicio técnico
Parte de las denuncias que presentó El Comercio eran referentes a la continuidad de la garantía del proveedor del sistema en su totalidad, el Aircon 2100. Sin embargo, esta garantía se vio afectada desde el 2022, luego de que Corpac manipulara sin supervisión de Indra los sistemas del Aircon. Este Diario tuvo acceso a la carta enviada por Indra Sistemas al entonces gerente general de Corpac, Miguel Ángel Moreno Ramírez, el 25 de enero del 2023. Esta hace referencia a las conclusiones de una visita realizada por la empresa en octubre del 2022. En la respuesta de Corpac no se detalla nada sobre el estado de la garantía de los sistemas, aspecto que también ha sido consultado este año por el congresista Eduardo Salhuana como presidente de la Comisión de Transportes y Comunicaciones, y por el congresista Eduardo Wong.
En la carta se lee que Indra “validó visualmente en los sistemas de monitoreo que se ha modificado el diseño original implementado [...] del Sistema Aircon 2100 [...] retirando una de las dos cadenas de duplicidad de servidores que componen este sistema [...] sin la intervención de Indra Sistemas”. Esto se habría dado “por trabajos en el techo del [Centro de Control Aéreo Principal]”. La empresa española detalló que “por consiguiente, los parámetros exigidos de fiabilidad en su implementación original no pueden ser ratificados por Indra Sistemas. Desconocemos la metodología, configuración y pruebas de validación, entre otros, llevadas a cabo de manera previa a su puesta en operación a la fecha”.
Asimismo, la compañía resaltó que “bajo estas condiciones [mencionadas líneas arriba], Indra Sistemas no garantiza la correcta operación del sistema y su disponibilidad conforme a lo que establecen las normas naciones e internacionales. El retorno a su configuración original de diseño no garantiza que se recuperen las disponibilidades y fiabilidades de origen del sistema”. “Como fabricantes, solamente ante una nueva revisión, evaluación y certificación, nos permitiría la acreditación de disponibilidad y fiabilidad de los sistemas”, concluye Indra.
Cabe destacar que la Regulación determina que Corpac “debe garantizar que los sistemas CNS que adquiera cumplen con los parámetros establecidos en esta Regulación y el Anexo 10 de la OACI en su correspondiente volumen. Para ello solicitará una garantía de cumplimiento por parte del fabricante, donde se indique que su sistema cumple con los valores de los parámetros considerados en el Anexo 10. Adicionalmente, el proveedor debe realizar Pruebas de aceptación en fábrica (FAT) y pruebas de aceptación en sitio (SAT) necesarias para garantizar la correcta operación de los sistemas CNS. [Corpac] debe garantizar que los parámetros se mantienen durante toda la operación del sistema dentro de los rangos requeridos. Estos parámetros deberán ser verificados de manera periódica a través de las inspecciones en vuelo y ensayos en tierra, así como por la adecuada ejecución de su programa de mantenimiento”.
Lo que comentó Corpac es que “el fabricante de los radares brinda un servicio de soporte técnico que puede ser solicitado por Corpac, obedeciendo a una necesidad técnico operacional y siguiendo el proceso de acuerdo a la Ley de Contrataciones del Estado”. El Comercio contactó con Indra Sistemas, la cual declaró que “Indra no tiene actualmente un contrato de soporte a los sistemas de Corpac”.