Cusco. Un litigio por el control de una concesión de la empresa minera Kinacox S.A. ha puesto al descubierto la explotación ilegal de oro que realizan decenas de personas en las minas Qori Auquilla y La Cumbrera, en el distrito cusqueño de Ccarhuayo, en la provincia de Quispicanchi.
Las informaciones que indicaban que, en los últimos meses, en la zona de extracción aurífera –ubicada a 4.550 metros de altitud– la actividad ilícita se había agravado no pudieron ser probadas por representantes de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental del Cusco, pues en dos ocasiones fueron impedidos de avanzar al lugar por un grupo de comuneros de Parccocalla. Ni siquiera la presencia policial hizo retroceder a los pobladores, que han colocado una tranquera en la ruta que conecta el distrito de Ocongate con la ciudad de Paucartambo. Estos han contratado a más de 200 mineros de La Rinconada (distrito puneño de Ananea), de acuerdo con un informe de inteligencia de la PNP.
“Toda esa gente de Ananea que sabe trabajar en minería se ha venido a Ccarhuayo. No podemos dar mayor información porque es un caso reservado”, manifiesta el fiscal Odicio Bueno, quien ha informado a la Fiscalía Penal de Quispicanchi sobre el control ilegal de la referida vía. Un equipo de El Comercio, sin embargo, logró completar el recorrido hasta llegar a inmediaciones de las minas. En el trayecto se apreciaron varias camionetas y motocicletas. Los conductores de los vehículos menores cumplen la función de vigilantes en los cerros. Ningún extraño puede transitar con libertad.
Dos explosiones confirmaron la sospecha: emplean dinamita para extraer el preciado metal. Días atrás, dirigentes de los comuneros que trabajan en el lugar afirmaron en la sede de la Dirección Regional de Energía y Minas de Cusco que solo se practicaba minería artesanal.
El campamento tiene varias casas rústicas. A lo lejos se pudo ver a varios niños y mujeres trabajando cerca de montículos de residuos. Este Diario tuvo acceso a imágenes de los almacenes de mercurio, que según trabajadores de la zona se expende a S/.700 el kilo. Los relaves discurren por una quebrada que se une con el río Mapacho –conocido también como Paucartambo–, donde existe una importante población de truchas para consumo humano.
“En las minas ya hay prostitución y también se han producido robos. Hay varios ‘chalecos’ [guardespaldas ilegales], incluso con armas de largo alcance”, cuenta un trabajador minero.
EN CONFLICTO
La fiebre del oro en esta zona de los Andes se inició en el 2008. Qori Auquilla era explotada por trabajadores del estadounidense Anthony Evans Woods Bruce. Debido a problemas con los comuneros, este traspasó la concesión a Kinacox S.A., representada por Marciano Aliaga Aguilar, quien además logró el permiso para desarrollar pequeña minería en el área donde también se ubica la mina La Cumbrera.
En el 2014 Aliaga se asoció con Celso Pacheco Yábar, ex consejero regional del Cusco en el período 2003-2006, para desarrollar su proyecto que se encuentra en proceso de formalización. La sociedad se quebró a mediados de este año. Ambos se acusan de haberse querido apoderar de la inversión realizada. Las minas, en tanto, son controladas por los mineros de La Rinconada y los comuneros de Parccocalla y de Callhua. Estos mantienen discrepancias en torno al territorio, y están divididos pues los primeros apoyan a Pacheco y los otros a Aliaga.
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