En el 2022, las comisarías de todo el país recibieron un total de 481.057 denuncias por presuntos delitos. Si se observa la cantidad de hechos delictivos reportados en el primer semestre de los últimos cinco años (es decir, desde el 2018), el aumento de denuncias ante la Policía a nivel nacional fue de 27%.
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En cifras analizadas por ECData, durante todo el año pasado hubo un promedio de 1.318 denuncias diarias. Las regiones con mayor cantidad de denuncias ingresadas ante la Policía son Madre de Dios, con 3.373 denuncias por cada 100 mil habitantes; Lambayeque, con 2.455; y Arequipa, con 2.064.
El 62% de los hechos denunciados corresponden a delitos contra el patrimonio, siendo los más preponderantes el hurto y el robo en vía pública.
Además, si comparamos la progresión anual en la cantidad de denuncias de la última década (2012-2022), se detecta también un incremento significativo. Solo del 2021 al 2022, la Policía recibió 62.874 denuncias más, lo que supone un aumento del 15% [ver cuadro].
Denuncias vs. nivel de victimización
En febrero de este año, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicó los resultados de una encuesta nacional en torno a los principales problemas del país e indicadores de seguridad ciudadana. En el informe, el 76% de personas consultadas manifestó no confiar en la Policía Nacional del Perú, mientras que solo el 21,9% señaló lo contrario.
Asimismo, de los 62.671 ciudadanos encuestados, el 83% dijo percibir inseguridad en las calles. La cifra se acrecentó a 86,3% en el caso de personas que viven en ciudades con más de 20 mil habitantes, y a 89,2% en el caso de personas que viven en Lima Metropolitana y en el Callao.
De acuerdo con el exviceministro de Gestión Institucional del Ministerio del Interior, Ricardo Valdés, una denuncia es un indicador que permite saber qué tan accesible es la capacidad policial para el ciudadano y qué tan articulado es el sistema contra la inseguridad. Sin embargo, ello no determina la dimensión de la criminalidad, pues también existe un subregistro: personas que no reportan los hechos delictivos sufridos.
“La no-denuncia también es un indicador muy fuerte y podemos presumir que es sumamente alto, pues cuando revisamos las encuestas de victimización , encontramos que, en el mejor de los casos, ocho de cada diez personas no denuncian. Y eso se debe a diferentes razones: la desconfianza en la eficiencia de la Policía, el poco acceso a los canales de denuncia o incluso el miedo a represalias del delincuente. A la vez, los delitos contra el patrimonio, especialmente el robo de celulares, se denuncian más porque también influyen razones como la cobertura de seguro del equipo o la necesidad de formalizar el reporte para recuperar información bancaria u otros datos del afectado”, añadió.
Según el Sistema de Denuncias Policiales (SIDPOL), en el 2012 se registraron 271.813 denuncias a nivel nacional. Diez años más tarde, en el 2022, esa cifra se infló a 481.057. Esto, por diversos factores, que van desde el alza de la densidad poblacional, la disponibilidad de medios y capacidad policial para denunciar, y el incremento de la criminalidad.
Para el exviceministro de Seguridad Pública del Mininter, Nicolás Zevallos, “que haya más denuncias es positivo porque permite que el Estado conozca la situación crítica de la delincuencia en el país”. “Contrariamente a lo que se pueda pensar, el incremento de denuncias es muy útil para diseñar las acciones que reduzcan cada vez más la brecha de victimización. En un contexto en el que se suele denunciar menos del 10% de los hechos que realmente ocurren, es clave tener mayor registro. Ahora, también el incremento puede deberse a que existe un mayor auge de ciertas modalidades delictivas, tales como la estafa o la ciberdelincuencia”, dijo.
Limitaciones en el combate a la delincuencia
De acuerdo con las cifras recogidas por ECData y entregadas por la Policía Nacional, en todo el 2022 la institución desarticuló un total de 4.966 bandas criminales. La mayoría de estos grupos desactivados se concentró en Lima (2.706). La segunda región con más bandas criminales desarticuladas fue Arequipa (426) y la tercera fue La Libertad (343). De otro lado, en el primer semestre del 2022, la PNP había recuperado el 61% de vehículos reportados como robados.
“Comparativamente delito robo de vehículos frente al delito de robo de celulares es muchísimo menor. El recuperar el 61% de los vehículos robados me parece un indicador bueno, pero, a su vez, me preocupa el otro 39%. Y creo que la respuesta es más compleja. No es un indicador malo, pero tampoco me parece como para aplaudir de manera entusiasta. Recordemos que, ahora más que en otros años, se sigue una ruta de investigación más clara, en la cual es relativamente fácil encontrar vehículos antes o después de que sean revendidos en autopartes”, explicó el exviceministro Ricardo Valdés.
En tanto, el exviceministro Nicolás Zevallos advirtió que la crisis política permanente, la convulsión social y los casos de mala gestión obstaculizan el trabajo enfocado en combatir la inseguridad ciudadana. Esto, muy aparte de la inestabilidad que genera la alta rotación de ministros del Interior, viceministros, directores generales y otros funcionarios del sector, además de jefes de la PNP.
“Lamentablemente, el contexto de la transición entre el gobierno de Pedro Castillo y el gobierno de Dina Boluarte ha estado marcado por la conflictividad. Entonces, en ese escenario es bastante difícil que se puedan poner en marcha medidas contra la inseguridad ciudadana. A eso hay que sumar que, lamentablemente, la dinámica de la conflictividad ha significado una tensión y una consecuente mayor desconfianza en la Policía Nacional. Yo soy partidario de que, con estabilidad y con las personas correctas en la gestión, se puedan conseguir objetivos para solucionar problemas profundos, como el de la inseguridad. El contexto en el que estamos, lamentablemente, no es el más propicio”, señaló.