De acuerdo al Ministerio de Salud (Minsa), la lista de espera para un trasplante de órganos o de tejidos en el Perú supera los 4 mil pacientes. Es así que dos a tres peruanos mueren al día por la falta de donantes. Esto se debe, principalmente, a una ausencia de cultura de donación y a los mitos que se tejen alrededor del tema. Según Juan de Dios Rodríguez, gerente de la unidad de banco de órganos de Sistemas Analíticos, solo un escaso número de hospitales y clínicas en el país cuentan con certificación para ser trasplantadores.
El Minsa refiere que a pesar de que el 13% de peruanos han dado su consentimiento para donar sus órganos al fallecer a través del DNI, más del 70% de sus familiares se niegan a aprobar el procedimiento. Asimismo, otra parte de la población tiene miedo de ser donante, ya que piensan que serán víctimas de tráfico de órganos.
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Otro de los problemas radica en las certificaciones que deben obtener los hospitales y las clínicas para poder trasplantar. Para que un centro de salud sea acreditado por la Organización Nacional de Trasplantes de Órganos y Tejidos, se evalúa minuciosamente si es que cuenta con el equipamiento necesario, la infraestructura adecuada y si el personal médico está capacitado para este tipo de intervenciones quirúrgicas.
Solo en Lima existen una cantidad limitada de hospitales trasplantadores, tales como Hospital Rebagliati, Hospital Almenara, INEN, Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja, Hospital Cayetano Heredia y el Hospital Naval. En Chiclayo está el Hospital Almanzor Aguinaga; en Arequipa, hospital Alberto Seguín Escobedo; en Huancayo, el Hospital Ramiro Prialé; y en Cusco se hacían trasplantes de riñón, pero hoy han parado porque no tienen toda la certificación de hospital trasplantador.
“Para las acreditaciones, se evalúan los equipos tecnológicos de los bancos de órganos, ya que estos ayudan a una rápida detección de la compatibilidad, lo que nos da mejores oportunidades para que el órgano pueda ser retirado y trasplantado a un paciente. Los órganos tienen un tiempo de vida. Aproximadamente, hay un margen entre 4 a 6 horas para hacer un estudio rápido, extraer, transportar y trasplantar el órgano. Para poder lograr el procedimiento de manera óptima, se debe acompañar la tecnología con la capacitación constante a los profesionales que realizan estos procedimientos de alta complejidad”, indicó Víctor José Alfaro, gerente general de Sistemas Analíticos.
Además, mencionó que en caso que haya un órgano disponible en Cusco para un receptor de Lima o Ayacucho, se tiene que trasladar al paciente al hospital trasplantador más cercano de la región. Toda esta logística implica un tiempo determinado. Los órganos extraídos pueden ser preservados hasta 24 horas en unas soluciones especiales bajo congelación. Lo que se busca es que ese órgano sea trasplantado lo antes posible porque sus células pueden sufrir daños.
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Para asegurar que estos procesos se cumplan de manera óptima, los bancos de órganos necesitan equipos más complejos como la tecnología de tipificación molecular, que se utilizan para realizar estudios epidemiológicos, son completamente automatizados y permiten asegurar la compatibilidad entre donante y receptor.
La empresa Sistemas Analíticos, de la mano de su partner estratégico One Lamba, han contribuido desde hace más de 28 años en la implementación de los bancos de órganos del país y, actualmente, continúan brindando tecnología de alta calidad que permite realizar pruebas de histocompatibilidad para asegurar que el cuerpo del receptor no rechace el órgano.
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