Las motocicletas son los vehículos más utilizados en todo el país, pero conforman el parque menos regulado y fiscalizado. El Comercio registró en ediciones anteriores las constantes infracciones de tránsito que cometen los motociclistas, incluso en vías donde su tránsito está prohibido. Asimismo, suman la mayor cantidad de siniestros fatales en comparación con otros vehículos. Solo entre el 2021 y el 2023 –de acuerdo con el Observatorio Nacional de Seguridad Vial- se han registrado 2.108 motos involucradas en accidentes.
De estos, solo 603 de las unidades accidentadas contaba con el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), las otras 1.505 no tenía SOAT, de acuerdo con la información prevista en el mencionado Observatorio. Es decir, solo el 28,4% de las motocicletas accidentadas cumplía con tener un SOAT vigente. Cabe precisar que el Reglamento Nacional de Tránsito sanciona la conducción de un vehículo sin SOAT o CAT con una multa del 8% de una UIT, veinte puntos al récord del conductor y la retención del vehículo.
Adicionalmente, los datos del Observatorio revelan que el 60,6% (1.025 unidades) de las motos accidentadas no registraba un Certificado de Inspección Técnica Vehicular (CITV). Otras seis motos (0,4%) tenía el certificado vencido, mientras que en 604 casos (35,7%) no aplicaba esta exigencia (porque aún no cumplían el periodo necesario para tener la CITV). En total, de los 2.108 accidentes, solo 56 (2,6%) motos tenían un CITV vigente. En diálogo con El Comercio, Alfonso Flórez, gerente general de la fundación Transitemos, alertó que existen grandes falencias en la fiscalización de los vehículos menores, lo que permite que incumplan de manera constante las leyes de tránsito. El especialista advirtió que las faltas de tránsito -como no tener el SOAT o el CITV vigente- pueden ser fiscalizadas únicamente por la Policía Nacional del Perú (PNP). Sin embargo, apunta que no existe la suficiente capacidad fiscalizadora para hacerle frente a este avance.
Un incumplimiento generalizado
El Reglamento Nacional de Tránsito obliga a que todo vehículo automotor debe contar con una póliza de seguros vigente del SOAT -otorgado por compañías aseguradoras- o Certificados Contra Accidentes de Tránsito (CAT), emitidos por las Asociaciones de Fondos Regionales o Provinciales Contra Accidentes de Tránsito (Afocat) para la prestación de servicios de transporte público provincial de pasajeros dentro de un ámbito provincial o regional. El incumplimiento de esta normativa es una de las principales falencias en el sector de las motocicletas.
El Comercio conversó con Eduardo Chávez de Piérola, gerente legal de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg), quien advirtió que solo un 30% de todas las motocicletas en el país cuenta con un SOAT. De acuerdo con la Asociación Automotriz del Perú (AAP), el parque de motos en el país suma –al 2022- 2.110.087 unidades. Conforme a la métrica de la Apeseg, serían 1.477.060 las motocicletas que circulan en el Perú sin un SOAT. El vocero comentó que el incumplimiento de esta medida en vehículos medianos es del 30%, lo inverso al parque de las motocicletas.
Chávez de Piérola explicó que las motos solo pueden contratar un SOAT y no aplican a los seguros de las Afocat. Esto porque los CAT son seguros válidos para vehículos que brindan servicios de transporte público, cosa que está prohibida para las motocicletas, de acuerdo a la legislación 27189, Ley de Transporte Público Especial de Pasajeros en Vehículos Menores. En cambio, las trimotos –que suelen emplearse como ‘mototaxis’- sí pueden acceder al CAT.
Mayor siniestralidad
Mientras que un SOAT vehicular se vende a un precio promedio de cincuenta soles, el seguro para motocicletas puede superar los 500 soles en Lima Metropolitana. Chávez de Piérola explicó que este monto está constituido por dos variables: la frecuencia de los accidentes y la siniestralidad. Entre el 2021 y el 2023, 2.108 motocicletas estuvieron involucradas en siniestros, mientras que los automóviles registraron 1.651 accidentes. De acuerdo con el entrevistado, el desembolso que realizan las aseguradoras para los gastos médicos que demanda la atención de una persona accidentada que transita en una motocicleta es hasta el doble de lo entregado para las víctimas no mortales de otros vehículos con carrocería.
El vocero de la Apeseg comentó que “cuando uno se traslada dentro de un vehículo, tiene la protección de la carrocería. En cambio, un motociclista no tiene esta protección. Es por esto que la siniestralidad en las motocicletas es bastante alta”. Incluso, esto ha motivado -según el entrevistado- a que no todas las empresas aseguradoras que venden el SOAT para vehículos livianos opten por ofrecer el seguro para motociclistas. Chávez de Piérola resaltó que el precio varía según las localidades, de acuerdo a los índices de cada ubicación.
Un sector sin cabeza
Edwin Derteano, presidente del Consejo Administrativo de la fundación Transitemos y expresidente de la AAP, explicó a El Comercio que existe “un problema de fondo: nunca hemos tenido un Ministerio de Transportes”. El experto criticó que los ministros -a los que denominó “de carretera”- de dicho sector “se han preocupado únicamente de la pista hacia bajo, y nunca de la pista hacia arriba, donde transitan los vehículos”. Uno de los casos más emblemáticos que hoy se ve reflejado en el desorden de las motocicletas, es la emisión de las licencias. Este Diario reveló la venta de estos documentos, emitidos por las municipalidades provinciales.
El especialista explicó que, inicialmente, los requisitos para el brevete de motocicletas y automóviles eran similares y emitidos por el MTC. Sin embargo, se tomó la decisión de eliminar la licencia para motos, permitiendo que la licencia para autos sea la misma para motocicletas. Con el tiempo, se volvió a exigir un brevete diferenciado, pero esta vez emitido por las municipalidades provinciales. “[Los municipios] ni remotamente estaban preparados para administrar los brevetes de motos, pero sí para venderlos. Tú paras a cualquier persona en Lima y su brevete corresponde a otra provincia”, sostuvo Derteano.
El entrevistado resaltó tres cualidades principales de las motocicletas: tienen un consumo eficiente, son de bajo costo y brindan una libertad de movimiento. Por otro lado, Derteano confirmó que el promedio de edad de los conductores es menor y tienen un manejo más agresivo. “[Muchos motociclistas] son una fuente de accidentes tremenda, falta hacer mucha docencia”, mencionó. Asimismo, cuestionó la incapacidad del MTC para regular de manera oportuna al sector automotor y la intervención poco preparada de otras autoridades. “Como no hay Ministerio, esto deja un gran espacio para que todos se metan a regular tema de transporte”, dijo el especialista.
Como se explicó líneas arriba, el costo del SOAT está vinculado a los índices de siniestrabilidad de los motociclistas. Derteano indicó que es el Reglamento Nacional de Vehículos el cual define las características mínimas -como estándares de seguridad- con las que deben cumplir las unidades. “El MTC vive en el pasado. Nuestro Reglamento de Vehículos es del 2003, cuando a nivel mundial esto se actualiza año a año. Ni tienen los equipos para verificar que se cumplan los estándares de la norma. El Ministerio no puede seguir viendo las cosas del balcón”, puntualizó el experto resaltando la poca fiscalización también.