El mausoleo del sueño de Simón Bolívar: el pasado del libertador en Pueblo Libre y otras joyas a 200 años de su llegada al Perú

“Es una exposición única, porque la mayoría de objetos no han sido exhibidos anteriormente. Cuando uno estudia a un personaje histórico, muchas veces lo ve como una figura lejana, un héroe al que uno no termina de imaginar. En este caso, tenemos objetos que nos acercan a Bolívar, como su vestuario”, declaró a El Comercio Rafael Varón, director del Mnaahp.

La muestra exhibe el legado de ‘El Genio’, como lo denominó el escultor español Victorio Macho, y se compone por documentos, objetos conmemorativos, óleos y esculturas elaboradas por artistas peruanos y extranjeros. La exposición estará abierta al público hasta el 17 de diciembre.

El Mnaahp conserva el documento original de la Capitulación de Ayacucho, firmado el mismo 9 de diciembre de 1824 tras el final de la batalla que selló la gesta emancipadora de Perú y el continente americano.

El tratado lleva la firma de los líderes de ambos ejércitos combatientes. “José de Canterac, al mando del Ejército Real del Perú, acepta el retiro de las tropas españolas del Perú luego de ser derrotado por el Ejército Unido Libertador, que dirigió Antonio José de Sucre. Al cesar la ocupación española, el Perú y las naciones de América podían dedicarse con autonomía a su desarrollo”, relata Alexander Ortegal, jefe del Archivo del Mnaahp y curador de la exposición.

“Bolívar recibió la noticia de la victoria en la Batalla de Ayacucho dos días después cuando se encontraba aquí, en lo que ahora es el museo, a través de una carta de Sucre”, agrega Ortegal.

En 1825, el Congreso Constituyente del Perú decretó la confección de una joya preciosa para Simón Bolívar en gratitud por su labor en la victoria de Ayacucho. “La medalla de condecoración posee oro y diamantes. En el anverso, se observa su busto y se lee ‘A su libertador Simón Bolívar’. Lleva en el reverso la frase ‘El Perú restaurado en Ayacucho, año de 1824′”, detalla Ortegal.

Así también, la muestra presenta por primera vez la colección de 16 medallas que acuñó La Casa de la Moneda de París (La Monnaie) en 1983 por encargo del gobierno venezolano para celebrar el bicentenario del nacimiento de Bolívar. “Las medallas representan la trayectoria política del Libertador hasta después de la independencia del Perú. También presentamos un monograma de Bolívar”, menciona Ortegal.

También se puede apreciar el sable que Bolívar recibió del presidente de Haití Alexandre Pétion en 1816 cuando emprendía la Segunda Expedición de los Cayos. Además, se expone una réplica de la espada que la Municipalidad de Lima obsequió al militar venezolano en 1825 en reconocimiento a las victorias en las batallas de Junín y Ayacucho. Fue elaborada por el orfebre peruano Chungapoma. La hoja de acero posee la inscripción “Simón Bolívar, Unión y Libertad. Año de 1825″.

Se exhiben singulares piezas que Bolívar vistió en vida. Por ejemplo, un uniforme completo que consta de un chaleco de paño azul bordado y un pantalón de paño color marfil con bordados en las costuras laterales.

También se aprecia un poncho blanco de lana de vicuña, que recibió como obsequio de las damas del Cusco cuando llegó a la ciudad en 1825.

“Bolívar es un personaje polémico para la historia del Perú. Sin embargo, es indiscutible que ayudó a concluir la independencia del país y América”.

Alexander Ortegal, jefe del Archivo del MNAAHP y curador de la exposición.

Entre otras piezas históricas, la exposición presenta una gran colección de óleos y grabados en papel del Libertador. “Cada autor imprimó en su obra su propia percepción de Bolívar. Por eso, Bolívar tiene mil rostros, no hay un retrato que se parezca al otro”, afirma Ortegal.

Destaca el retrato de Simón Bolívar de 1825, óleo que forma parte de una serie de retratos encargados al reconocido pintor José Gil de Castro, el creador de las imágenes más potentes del militar venezolano.

En la sala ‘Bolívar en el ámbito familiar’ se muestra por primera vez la maqueta del mausoleo de sus padres y esposa, obra que realizó el escultor español Victorio Macho en 1949 por encargo de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.

El monumento fúnebre representa a los tres familiares del Libertador. Hacia la izquierda se ubica la figura de doña María de la Concepción Palacios, su madre; al centro, María Teresa del Toro, su esposa; y a la derecha el coronel Juan Vicente Bolívar, su padre. A los pies de la familia se ubica la escultura del ‘Espíritu de Bolívar’, figura que les hace una reverencia.

“Bolívar solicitó en 1827 al cabildo de Caracas que su familia tuviera un mausoleo en la Catedral de la ciudad. La Sociedad Bolivariana cumplió su deseo en 1942. Tres años antes, Victorio Macho hizo la maqueta en nuestro país, que ahora observamos en esta exposición”, explica Ortegal.

La renovación integral del Mnaahp iniciará en diciembre. La obra tiene como objetivo rehabilitar y construir nuevas instalaciones para la custodia y exhibición de sus colecciones.

La renovación tendrá dos grandes intervenciones. La primera fase corresponde a la rehabilitación integral de 7.496 m² del área expositiva, conformada por 16 salas. “Se renovará por completo las salas de exhibición del museo, que están alrededor de los dos patios principales”, explica Rafael Varón, director del Mnaahp, a El Comercio.

La segunda fase de la renovación comprende la construcción de un nuevo edificio de siete pisos sobre un área total de 6.433 m². “El edificio se construirá en la parte posterior. Tendrá 3 sótanos y 4 plantas para albergar las colecciones arqueológicas, antropológicas e históricas que tiene el museo”, detalla Varón. Los talleres de conservación y laboratorios para cada tipo de colección también se ubicarán en esta moderna infraestructura.