Secuestradores hacen reglaje a empresarios de Lima Norte hasta por 20 días

El calvario de Valeria Vásquez, de 12 años, terminó la madrugada del último sábado luego de que agentes de la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones (Divise) de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) la encontraran en la zona de Nueva Jerusalén, Carabayllo. Fue secuestrada el lunes 11 de diciembre la puerta de su casa, cuando bajaba de su movilidad escolar. Según las primeras indagaciones policiales, la menor permaneció cautiva en el mismo distrito donde fue hallada. A sus padres les exigían 3 millones de soles por su liberación.

“Dispuse, por orden del Comandante General de la Policía Nacional del Perú (PNP), que más de 250 efectivos de la Dirincri se trasladaran a Lima Norte. De acuerdo al conocimiento policial y al modus operandi de esta banda, teníamos conocimiento que estaban por ese lugar”, declaró el director de la Dirincri, el general PNP Luis Flores Solís.

Su alias es ‘Monstruo’, pero en el mundo del hampa también lo conocen como ‘Chino Malo’ o ‘Chonguito’. Se trata de Erick Moreno Hernández, de 32 años. El 7 de noviembre de este año secuestró a Lucero Trujillo en la puerta de su vivienda en Comas. La joven fue identificada como hija de una empresaria avícola del distrito. Ella, al igual que Valeria, fue trasladada hasta Carabayllo donde permaneció cautiva durante cuatro días.

Según informó el general PNP Flores Solís, ‘Monstruo’ inició robando camionetas, pero al ver que había otros delitos más rentables, escaló hasta el secuestro. Es así que en 2020 participó en la captura de unos empresarios, quienes fueron encontrados en Ancón. Durante el rescate de los hombres, un suboficial de la Divise perdió la vida.

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“Si él ha participado en este hecho, y tenga por seguro que es así porque tenemos indicativos de inteligencia que sí, va a tener que pagar su condena que es una cadena perpetua. [...] Cuando lo capturemos, él pasará el resto de su vida en la cárcel”, declaró el director de la Dirincri.

Los cuatro secuestros más recientes registrados en la capital durante los últimos dos meses [tres en Comas y uno en San Martín de Porres] y otros cinco secuestros ocurridos en La Libertad desde el 2022 hasta la fecha, revelan que los delincuentes apuntan a dueños de negocios medianos y grandes, o a sus familiares, como potenciales víctimas por quienes piden entre 1 y 4 millones de soles para su rescate.

Estos también comparten un mismo patrón: desde el año 2022, al menos cuatro fueron perpetrados por hombres vestidos como policías y ejercieron violencia en contra de las víctimas. Al pasar de los días, las liberaban o la policía lograba sus rescates.

El presidente de la Asociación de Gremios de la Pequeña Empresa del Perú, B. Julio Surco Hachiri declaró a El Comercio que anualmente las pequeñas y medianas empresas a nivel nacional pierden un aproximado de S/ 6.000 millones producto de las extorsiones, amenazas de secuestros, sicariato, entre otras acciones criminales que cometen los delincuentes en contra del sector las cuales los obligan a cerrar sus negocios.

“Las personas ya ni quieren pintar la fachada de su casa por temor a que te secuestren o te extorsionen”, declaró el vocero en referencia a que no pueden demostrar ni un poco de ganancias por el temor que les genera la delincuencia organizada en el país. Asimismo, comentó que se han visto en la obligación de contratar seguridad personal privada.

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Cabe resaltar que en lo que va del 2023 se han registrado 11 casos de secuestros típicos en Lima, según información de la Dirincri. El típico es identificado cuando los captadores cumplen una serie de pasos como: ubicar a su víctima, seguirla o realizarle un reglaje hasta por 20 días. Después la captura y coloca en cautiverio para negociar su liberación.

En tanto, durante el año pasado se registraron 27 casos del típico, 35 secuestros al paso y 58 atípicos. Este último, según el director de la Dirincri, está relacionado con delitos contra el patrimonio. Es decir, secuestran a la víctima unas horas para poder robarle.

El exdirector de la Dirección de Investigación Criminal, general (r) PNP Juan Carlos Sotil, declaró a El Comercio que la mayoría de los secuestros registrados en Lima Norte y Trujillo se relacionan con el posicionamiento de la criminalidad extranjera en esas zonas. Los delincuentes peruanos aprenden modalidades más sanguinarias que les permiten generar ingresos fijos.

El general (r) PNP Sotil resaltó que años atrás los secuestradores seguían a las personas durante más de un mes. Resaltó que en la actualidad las acciones de seguimiento duran de 15 a 20 días o una semana gracias al libre acceso a información privilegiada sobre la vida de las víctimas que brindan las redes sociales.

Las víctimas también son seleccionadas si tienen vínculos empresariales, es por ello que se les solicita altas sumas de dinero a sus familiares porque los hampones creen que ellos serán capaces de pagar alguna fracción en la negociación.

En Trujillo los secuestros han resaltado por cómo se visten los delincuentes. Varios optan por usar chalecos policiales que les permiten pasar desapercibidos ante el ojo del transeúnte, puesto que este puede pensar que se trata de una operación policial. El general PNP Flores Solís indicó que es una modalidad usual de la banda criminal Los Pulpos.

“En Lima Norte estamos aplicando una estrategia de investigación donde estamos trabajando con las comisarías del sector, las Depincris y las juntas vecinales para poder fortalecer las acciones en este tipo de delitos como las extorsiones y los secuestros”, dijo el general PNP Flores Solís. Además, comentó que se encuentran tras los pasos de alias Monstruo para poder capturarlo.