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Feminicidio: van 54 casos y 118 tentativas en lo que va del año - 2
Fernando Alayo Orbegozo

“Me quiso matar y violar”, contó Arlette Contreras. La joven de 27 años denunció a su ex pareja, Adriano Pozo Arias, luego de que este la golpeara y arrastrara de los pelos en un hotel de Ayacucho. y quedó registrada en un video.

Días atrás, la Corte Superior de Ayacucho condenó a Pozo a un año de prisión suspendida por el delito de lesiones leves. Fue desestimada la acusación de tentativa de feminicidio planteada por la fiscalía.

“Dijeron que si él hubiera tenido la intención de matarme, lo hubiese hecho cuando yo estaba inconsciente. Consideraron que no quiso hacerlo”, tras conocer la sentencia.

Otro caso reciente de denuncia por tentativa de feminicidio involucra a Keller Kepler Tucto en Pasco. La semana pasada él fue acusado de agredir a su ex pareja Nidia Aguirre Canchomonia, a quien le clavó un cuchillo de 25 centímetros en la cabeza. Nidia perdió un ojo (ver radiografía en la parte superior de la página). Tucto la atacó porque ella no quiso retomar la relación.

- Cruel registro -

En lo que transcurre del año, 54 peruanas fueron víctimas de feminicidio, según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). Hubo también 118 casos de tentativa de feminicidio. En el 2015, hubo 95 feminicidios y 198 casos de tentativa.

“Reducir la tasa de este tipo de crímenes no es una labor a corto plazo. La ley contra el feminicidio es vital, pero cambiar el estereotipo contra las mujeres depende de una articulación con otros ministerios”, explica Betty Olano, directora de Atención Integral frente a la Violencia Familiar y Sexual del MIMP. 

En diciembre del 2011, el Congreso de la República aprobó la Ley 29819, que incluye el delito de feminicidio en el Código Penal para sancionar los asesinatos de mujeres perpetrados por sus cónyuges o convivientes. La pena mínima se estableció en 15 años de cárcel. En el 2013, se modificó la norma y se incorporó el feminicidio a los casos en los que el agresor no es pareja de la víctima. 

Según un informe de Naciones Unidas, la regulación de esta figura busca sancionar crímenes de odio perpetrados en el contexto de relaciones asimétricas de poder entre hombres y mujeres. Es decir, proteger a la mujer frente a situaciones de vulnerabilidad.
Pese a que el Perú cuenta con esta legislación, la ley no detuvo los crímenes: entre el 2012 y el 2013, los feminicidios aumentaron en un 58%. En los años siguientes los niveles se mantuvieron.

- No hay prevención -

La Defensoría del Pueblo ha señalado que la normativa por sí sola no cambiará este escenario, ya que se requiere una articulación efectiva entre la Policía Nacional (que recibe las denuncias de violencia), el Ministerio Público (que plantea la acusación) y el Poder Judicial. En casos como el de Ayacucho, donde se ve claramente en imágenes de video cómo Arlette Contreras es maltratada, queda claro que no ha habido tal coordinación.

Hay otro serio problema que impide, a la larga, que los casos de feminicidio (o de tentativa) disminuyan. En el 2015, la defensoría identificó que al menos el 33% de las víctimas de feminicidio había denunciado previamente a sus agresores, y que el 28% de estas mujeres sufrieron violencia familiar previa. Esto va más allá de la ley, pues revela fallas en el sistema de justicia en general. 

“Detectamos que las mujeres tienen varios obstáculos para acceder al sistema judicial. Existe un caso emblemático: una joven de Cajamarca, quien tres meses antes de ser asesinada había acudido a la policía en cuatro ocasiones. Jamás le hicieron caso”, explicó Diana Portal, vocera de la defensoría.

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