JOSÉ ROSALES VARGAS
Un progresivo y preocupante descenso en el nivel de agua de la laguna de Huacachina se registra desde principios de enero, ante la aparente indiferencia de las autoridades del municipio de Ica, encargadas de su conservación y mantenimiento.
La drástica reducción del espejo de agua, que alcanzaba hasta ayer casi dos metros de profundidad y entre tres y seis metros de retiro de la orilla, se debe al deterioro del motor que suministra el recurso, informó el administrador municipal del balneario, Martín Muñante Pomar.
“Desde hace un mes se presentan fallas en el motor que suministra de agua a la laguna. De 10 litros por segundo que se bombeaban diariamente hasta fines de diciembre, ahora solo llegan entre 3 y 4 litros por segundo”, explicó.
El funcionario señaló que pese a que comunicó oportunamente las fallas que presentaba el motor, la gerencia municipal no atendió sus requerimientos.
DESCUIDO MUNICIPAL
“Una vez más, la indiferencia de la autoridad municipal está poniendo en serio riesgo el espejo de agua. La comuna se resiste además a desarrollar un plan de recarga natural de la laguna ante la explotación masiva del acuífero y la perforación indiscriminada de pozos en la zona colindante al balneario, que han contribuido peligrosamente en los últimos 25 años a que la única laguna, de otras siete similares que existían en Ica, se mantenga y no se recargue naturalmente”, fustigó el reconocido conservacionista iqueño Félix Quinteros Ferreyra.
Ante este problema que amenaza nuevamente con secar a la laguna —como ocurrió en 1983, cuando se convirtió en una fosa de arena— Quinteros invocó al municipio a reactivar el proyecto de recarga natural de Rincón Grande.
“Este consiste en una gran presa natural que se encuentra en la parte posterior de una de las dunas de Huacachina, hasta donde se derivarían las aguas que traslada el cauce La Mochica para que, a través de vasos comunicantes, se filtre e hidrate permanentemente la laguna”, añadió Quinteros Ferreyra.
PROHIBIDO BAÑARSE
La disminución del nivel de agua de la laguna preocupa también a las autoridades de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) de Ica, por la alta concentración de coliformes fecales que presenta.
El director ejecutivo de esta entidad, Miguel Luna Pineda, confirmó que luego de una evaluación y recojo de muestras se confirmó una alta presencia de estos elementos contaminantes, por lo que recomendó a los visitantes abstenerse de ingresar a la laguna debido al riesgo de contraer infecciones estomacales, afecciones a la piel y males a la vista como conjuntivitis.
“Recomendamos a los visitantes que llegan al balneario a recorrer el lugar solo de manera recreativa y de paseo y evitar ingresar a sus aguas hasta que no se descontamine la laguna, se ejecute un plan de manejo sostenible, y se disponga el uso adecuado y el mantenimiento permanente y constante del espejo”, exhortó Luna Pineda.
La permanente defensora del balneario y la laguna de Huacachina Matilde del Solar de Piconne recordó que a estos reiterados problemas de insalubridad y descenso del nivel de agua se suman las invasiones de las dunas, la depredación de este ambiente urbano monumental por una masiva presencia de 74 carros tubulares, que siguen alterando y destruyendo gravemente el conjunto de dunas que rodea a este espacio natural.
EN CIFRAS
Un total de 2.458 hectáreas abarca la Zona Reservada de Huacachina. Con esta declaratoria, promulgada en el 2012 por el Congreso, se aseguraba la conservación de la flora y fauna, así como las dunas y la laguna que se constituyen en un corredor de conservación de la Reserva Nacional de Paracas.
Cada año, 250 mil turistas peruanos y extranjeros visitan el balneario, atraídos por la imponente belleza de sus dunas, el enigma que encierra su laguna y la tupida vegetación que todavía crece alrededor del espejo de agua.
Mil toneladas de arena se han depositado alrededor de la laguna y el conjunto de viviendas del balneario, por el tránsito descontrolado de los 74 carros tubulares que recorren impunemente y sin control sus dunas adyacentes. Doce de estos vehículos son ilegales. De los 62 carros registrados, solo el 40% [alrededor de 25] cuentan con revisión e inspección técnica; los otros 37 operan sin este obligado requisito ante la complacencia de las autoridades del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Un total de S/.294.000 ingresaron en el 2013 a las arcas municipales por el pago del boleto turístico que hicieron 58.800 turistas nacionales y extranjeros por abordar alguno de estos carros tubulares y recorrer el desierto en estos vehículos.