Como ocurrió hace 194 años durante el desembarco de la expedición libertadora de José de San Martín a las costas de Paracas, la colorida y singular belleza de varias bandadas de flamencos han comenzado a llamar la atención de numerosos visitantes que, como cada año, llegan a este litoral para recorrer sus tranquilas playas.
Desde fines de junio, cuando se inició el arribo de los primeros ejemplares a estas costas después de un amplio recorrido procedente de diversas lagunas altoandinas, donde se reproducen, estas aves llegan a la Reserva Nacional de Paracas (RNP) para descansar, pero sobre todo, en busca de alimento, el cual está compuesto por pequeños invertebrados y algas, según explica el jefe de la RNP, el biólogo Stive Marthans Castillo.
“Las primeras bandada de flamencos han hecho su primera parada en el sector de La Aguada, donde se han formado hasta cuatro nutridos grupos con unos 400 individuos, que retozan en esta hermosa ensenada escarbando la orilla con sus singulares picos para poder extraer diminutos seres acuáticos, que les otorgan el característico rojo y blanco de sus alas”, refiere.