JOSÉ ROSALES VARGAS
Los fuertes vientos y las tormentas de arena que se registraron la semana pasada en la región Ica develaron un conjunto de geoglifos en las pampas de Nasca. Por el diseño y trazo que presentan estas figuras, corresponderían al período de transición Paracas-Nasca, destacaron ayer estudiosos consultados por El Comercio.
Las figuras fueron descubiertas por el piloto e investigador Eduardo Herrán Gómez de la Torre, durante un vuelo de inspección que realizó esta semana sobre el desierto de Nasca.
Los geoglifos están en las laderas de dos colinas ubicadas en las márgenes izquierda y derecha del valle de El Ingenio, cerca de las pampas de San José y Jumana, donde se concentran las mundialmente conocidas Líneas de Nasca.
“Son dibujos enigmáticos que tendrían más de 2.000 años de antigüedad”, comentó el investigador.
Detalló que se trata de una serpiente de unos 60 metros de largo por 4 metros de ancho, ubicada en las inmediaciones del conocido dibujo del colibrí. “Podría tratarse de un geoglifo Paracas, aunque esto lo determinarán los arqueólogos”, precisó Herrán.
Las otras figuras se ubican en el sector de Changuillo, hacia la margen derecha del valle de El Ingenio. Se trata de una línea en zigzag al lado de una familia de camélidos en alto relieve, que alcanza una dimensión de 60 metros de largo por casi 35 metros de ancho. Junto a esto se aprecia un ave y otras líneas.
El investigador Eduardo Herrán Gómez de la Torre indicó que los nuevos geoglifos ya están georreferenciados, procedimiento necesario para que puedan ser inscritos en el Registro Nacional de Bienes Culturales. Esto es importante para evitar su destrucción.
El director del Área de Patrimonio Arqueológico-Inmueble de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica, Rubén García Soto, calificó el descubrimiento de los geoglifos como “un valioso aporte a los conocimientos sobre los antiguos nascas”.
Sobre la figura de la serpiente, dijo que se trataría de un geoglifo de la época de transición Paracas-Nasca.
RELACIONADAS CON EL AGUA
El director del proyecto arqueológico Nasca y responsable de la puesta en valor del centro ceremonial de Cahuachi, Giuseppe Orefici Pecci, señaló que este nuevo hallazgo confirma la estrecha vinculación de los antiguos nascas con el agua.
“Al observar la figura del ave, con las alas abiertas y la cola muy corta, se confirma la relación de los antiguos pobladores que ocuparon este árido desierto con la lluvia y su estrecho culto al agua. En la parte alta de la colina se nota claramente una figura en zigzag de un período más tardío, junto a otra ave de la que solo se pueden notar las garras y la parte baja del cuerpo”, opinó.
Orefici confirmó que la otra figura es efectivamente una serpiente con la cabeza en la parte alta y doblada hacia la derecha.
Los fuertes vientos que se presentaron entre el miércoles y sábado de la semana pasada en la región Ica fueron catalogados como los más intensos de los últimos 25 años. Alcanzaron velocidades de hasta 60 kilómetros por hora.