La Panamericana Sur es una carretera obsoleta y congestionada. Para recorrer solo cuatro kilómetros, desde la entrada hasta la salida de Chincha, se puede tardar hasta una hora, debido a la aglomeración de camiones, buses, autos e incluso mototaxis.
El 13 de marzo del 2014, en una ceremonia, el presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, anunció que en un plazo máximo de un año se construiría una autopista de cuatro carriles entre Chincha y Pisco, para hacer más fluido el tránsito en esta parte del país. Sin embargo, a la fecha, de los 40 kilómetros que se deben habilitar, solo se han compactado 700 metros.
El tramo Chincha-Pisco corresponde a la segunda etapa de la autopista Puente Pucusana-Ica, obra que fue concesionada en el 2005 a la empresa ecuatoriana Covi-Perú, que es integrada por las firmas Hidalgo e Hidalgo Constructores y Conoorte. A la fecha, está concluida la primera etapa (Pucusana-Chincha), pero el resto del trayecto está detenido desde octubre del año pasado.
El flamante alcalde provincial de Chincha, César Carranza Falla, exigió a Humala que se construya la autopista. “Solo faltan 70 días para que venza el plazo de construcción, pero la obra está abandonada”, precisó.
El burgomaestre estima que la congestión de vehículos en la ruta, que además genera contaminación, causa pérdidas diarias de hasta S/.1 millón. “Hay una incalculable pérdida de horas-hombre, un mayor gasto en combustible, un desgaste innecesario de máquinas y demoras en la entrega de productos agrícolas”, dijo.
NEGOCIACIÓN ENTRAMPADA
El contrato original de la autopista Puente Pucusana-Ica indicaba que toda la obra debía estar lista en el 2025. Sin embargo, en el gobierno de Alan García se firmaron cuatro adendas con la compañía ecuatoriana y se redujo el plazo de entrega de la obra al 2016.
Según trascendió, la obra ahora está detenida porque se encuentra entrampada la firma de una quinta adenda al contrato, en la que la empresa ecuatoriana pediría que se amplíe el plazo de concesión inicial de 30 años (hasta el 2035) a 40 años.
El gerente general de Covi-Perú, Walter Sánchez Espinoza, indicó a El Comercio que “en unas semanas se debería estar solucionando el impasse surgido con el Estado en la ejecución de este segundo tramo”.
Este Diario buscó la versión del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, pero su área de relaciones públicas no atendió a nuestro llamado.
Cabe precisar que en el tramo Chincha-Pisco, la concesionaria debe invertir US$228 millones. En la actualidad, el recorrido en esta zona demora casi dos horas, pero se estima que cuando esté lista la autopista el tiempo de viaje se reducirá a solo 20 minutos.