INFORME: Las consecuencias de las heladas en el país
INFORME: Las consecuencias de las heladas en el país

El pasado 21 de junio se inició la temporada de invierno en el Perú. Y, esta semana, las regiones de Puno y Arequipa fueron declaradas en emergencia por las bajas temperaturas. Lo trágico de esta situación es que, a pesar de que las heladas se presentan todos los años, sus devastadoras consecuencias son las mismas: muertes por neumonía, viviendas destrozadas y cultivos afectados. 

Las razones de que estas secuelas se repitan se encuentran en las deficientes políticas de salud (baja cobertura de vacunación, desnutrición crónica, altos índices de anemia) y en la falta de una infraestructura adecuada (acceso a vías de transporte, electricidad, agua y desagüe). Si estos problemas no son abordados de manera frontal e integral, seguiremos viendo lo mismo in sécula seculórum.  

ZONAS MÁS AFECTADAS

En el Perú, el frío más intenso se produce en Puno (Azángaro, Carabaya, Chucuito, El Collao, Lampa, Melgar, Moho, San Román, Sandia y Yunguyo), donde la temperatura puede llegar más abajo de los -20 °C. 
Otras regiones fuertemente afectadas son Apurímac, Arequipa, Cusco, Junín y Tacna.

LOS MÁS POBRES 

Coincidentemente, las zonas que más sufren por las heladas muestran severos problemas en las condiciones de vida de su población. La pobreza es extrema y los niveles de desnutrición infantil y de analfabetismo son altos.

El distrito de Oropesa, en Apurímac, es pobre en un 91,40% y un tercio de sus niños padece desnutrición crónica. El distrito de Layo, en Cusco, tiene un índice de pobreza de 89% y el nivel de desnutrición infantil alcanza casi el 40%.

Vivir en situación de pobreza eleva exponencialmente los riesgos que generan las heladas. Sin una alimentación adecuada y sin acceso a servicios de salud las personas son más vulnerables a las infecciones respiratorias agudas (IRA), principal causa de muerte en niños en todo el mundo.

Estas infecciones, además, requieren costosos tratamientos que menoscaban la economía de los hogares más pobres. Los niños, por otro lado, no pueden asistir al colegio, lo que perjudica su desarrollo formativo. 

Las bajas temperaturas también merman los cultivos y el ganado, que representan el sustento de muchas familias. Este año, por ejemplo, murieron en el departamento de Huancavelica más de 22.000 crías de alpacas. 

“El acceso a agua y desagüe en las zonas alejadas del país es precario. Lavarse las manos con agua y jabón puede reducir los casos de neumonía hasta en un 33%” .

¿QUÉ SON LAS HELADAS?

Las heladas son un fenómeno meteorológico que se da en las zonas altas del Perú entre los meses de abril y setiembre. En la época de heladas, el frío se mantiene por debajo de los 0 °C en las noches y entre 12 °C y 15 °C durante el día. Según la zona, las bajas temperaturas pueden durar entre 150 y 180 días. Cuando el descenso de temperatura se presenta en la selva se denomina friaje. 

HISTORIA EN PUNO

Una de las heladas más fuertes del país ocurrió hace casi cuarenta años en el distrito de Macusani, en Puno. El 6 de julio de 1968, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) registró en esta zona una temperatura de -28,2 °C, que afectó severamente a la población.

Han pasado los años y este distrito no ha dejado de ser víctima de la inacción del Estado frente a las bajas temperaturas. En el 2013, Macusani fue nuevamente escenario de las perniciosas consecuencias que puede traer una helada. Tal y como lo reportó El Comercio en setiembre de aquel año, hubo 9.300 familias afectadas y 2.000 alpacas adultas fallecidas. 

LOS PROBLEMAS DE SALUD PÚBLICA

El impacto más preocupante de las heladas está en la proliferación de infecciones respiratorias agudas. Las IRA son la principal causa de consulta infantil en los servicios de salud (entre el 40% y 60% del total de consultas pediátricas) y una de las principales razones de hospitalización de menores de 5 años. En el Perú, al año, la neumonía causa la muerte de aproximadamente 400 niños menores de 5 años (más de uno al día).

Entre los factores de riesgo que hacen que los menores de 5 años contraigan una IRA y que esta derive en neumonía figuran una cobertura de vacunación insuficiente, desnutrición, anemia y falta de atención médica.

1 Vacunación: La inmunización contra la influenza tipo B, tos ferina (Penta 3) neumococo y sarampión es la forma más eficaz de prevenir la neumonía. Sin embargo, la cobertura de estas vacunas es aún baja en gran parte del interior del país. En Puno, la región más afectada por las heladas, aproximadamente el 40% de los niños no se vacuna. 

2 Desnutrición: Una buena alimentación puede prevenir una IRA y si un niño la contrae puede recuperarse más rápido. Sin embargo, a pesar de que la desnutrición ha ido disminuyendo en el país en los últimos años, en distritos alejados, como Condoroma y Layo, en Cusco, la desnutrición crónica alcanza el 39%.

3 Anemia: La desnutrición está estrechamente ligada a los altos niveles de anemia. Esta condición afecta al 46,8% de niños menores de 3 años de edad. Esta deficiencia es mayor en el área rural (57,5%) que en el área urbana (42,3%). Al ser anémicos, los niños son más propensos a contraer enfermedades respiratorias.

4 Atención médica: Una adecuada y oportuna atención podría prevenir y tratar las IRA. Sin embargo, gran parte de la población en las zonas de heladas no cuenta con esta posibilidad: la mayoría de las postas carece de equipo y su infraestructura es precaria. 

Además, en el interior del país no hay suficiente personal de salud. En el Perú solo hay 10 médicos por cada 100.000 habitantes y el 48% de estos se encuentra en Lima, mientras que en países vecinos como Chile, Colombia y Ecuador encontramos entre 16 y 18 médicos por el mismo número de habitantes. Es común, además, que en las postas  atiendan médicos recién graduados, sin experiencia y sin especialización en neumología.

DEFICIENTE INFRAESTRUCTURA EN LA ZONA RURAL

Las zonas afectadas por las bajas temperaturas se enfrentan también a problemas de infraestructura, como conexión a redes eléctricas y agua y saneamiento.  

1 Electricidad: El sistema de distribución eléctrica en el Perú sufre una serie de deficiencias que elevan el riesgo causado por las heladas. A pesar de los esfuerzos por avanzar en la electrificación rural, son  muchos los lugares que carecen de este servicio. Y cuando la electricidad llega, suele ser suministrada por empresas públicas que no muestran eficiencia. Por ejemplo, en Apurímac hubo 45 cortes de luz en el 2014. Además, las empresas de distribución no cuentan con equipos de emergencia para afrontar las fallas que se puedan dar debido a las bajas temperaturas.  

2 Saneamiento: Las zonas de extrema pobreza expuestas a las heladas afrontan inconvenientes en los servicios de saneamiento. En Junín, por ejemplo, ninguno de los tres proyectos de mejoramiento y ampliación de los sistemas de agua potable y alcantarillado han sido ejecutados al menos en 1%. Esto incrementa considerablemente el peligro de contraer enfermedades, ya que una de las formas más efectivas de prevenir las IRA y la neumonía es mediante el aseo personal. Lavarse las manos con jabón puede reducir los casos de neumonía en un 33%.

3 Carreteras: Un problema adicional es la falta de inversión en mantenimiento y construcción de vías de acceso y salida de estas zonas. De los 11 proyectos que existen en Puno para el mejoramiento de la infraestructura de carreteras, 9 no han sido ejecutados ni en 15% del presupuesto asignado. Por otro lado, en  el departamento de Apurímac, ningún proyecto para mejorar las vías alcanza el 20% del gasto de ejecución. La carretera que une las provincias tacneñas de Tarata y Candarave, ambas zonas de alto riesgo en caso de heladas, debía ser rehabilitada, pero esto solo se ha realizado en un 21,8%.

ENFERMEDAD MORTAL
 
La neumonía ataca más a los niños.

La neumonía es una enfermedad del sistema respiratorio causada por diferentes gérmenes (virus o bacterias). Puede ser mortal en los niños menores de 5 años, si no es tratada a tiempo. 

Es la principal causa de muerte de niños en todo el mundo. Se calcula que cada año alrededor de 1,2 millones de niños menores de 5 años mueren por neumonía, más que por sida, malaria y sarampión combinados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las IRA producen la muerte de 4,3 millones de niños menores de 5 años (representan el 30% de las defunciones anuales de este grupo de edad).

En el país, la mayor cantidad de muertes por este motivo se da en menores de 3 años. Solo en el 2013, hasta la semana 52, hubo 2’903.415 casos de IRA; 29.994 casos de neumonía, de los cuales 402 fueron mortales.

TESTIMONIO

‘María’ tiene 48 años y vive en la provincia de El Collao, en Puno, con sus tres hijos y su esposo. Su casa está  aproximadamente a 4.000 metros sobre el nivel del mar. A las 5 a.m. la temperatura baja a -20 °C. Su vivienda es pequeña: solo tiene una habitación. Los muros son de adobe y el techo de ichu. No hay ventanas y solo tiene una puerta de un metro de altura. Para proteger a los animales del frío, es común que la familia termine durmiendo con uno o dos carneros.   

Como todavía no llega la electricidad, cuando cocinan, el humo de la leña lo respiran todos, lo que les daña las vías respiratorias.  La familia de ‘María’ no tiene acceso a agua ni desagüe, por lo que si un miembro de la familia se enferma, las probabilidades de que los demás se contagien se incrementan. 

En setiembre del 2013, el padre de ‘María’, de 63  años, se enfermó. El centro médico más cercano estaba a 60 minutos a pie y resultaba imposible llevarlo para que sea atendido. Semanas después murió de neumonía. Ninguno de sus  hijos está vacunado y, durante las heladas, no asisten al colegio. ‘María’ no solo siente el hielo, sino el frío de una hoja de acero en las entrañas por el futuro de sus hijos.

(*) Con la colaboración de Ariana Lira y Elody Malpartida

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