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El cuerpo de Santiago Estrada Quinto, campesino que fue asesinado el pasado sábado, en el pequeño poblado de La Libertad, distrito de Santo Domingo de Acobamba, llegó ayer a la morgue de Huancayo para la necropsia de ley. La demora se debió a la gran distancia del lugar donde ocurrió el crimen.
Patrullas de la Trigésima Primera Brigada de Infantería se desplazaron hasta el poblado de Libertad para levantar el cuerpo del dirigente del comité de autodefensa local (rondas), quien según los testigos fue sacado de su vivienda por encapuchados y luego asesinado.
La diligencia para recoger el cuerpo fue ordenada por la Tercera Fiscalía Penal de Huancayo Especializada en Terrorismo y Derechos Humanos, que despacha el fiscal Carlos Carhuancho. En alejadas zonas de ceja de selva de la provincia de Huancayo, como Libertad, no hay presencia policial.
Los miembros de ejército llevaron junto con el cadáver las inscripciones que los presuntos terroristas dejaron sobre el cuerpo del campesino después de ultimarlo. En los escritos en papelote cuadriculado se pueden observar un dibujo con la hoz y el martillo y el mensaje “Así mueren los soplones”, en uno de ellos y “Hermanos campesinos los pobres no debemos ser usados como soplones”.
Este crimen ha causado preocupación entre los integrantes de los comités de autodefensa de los distritos ubicados en la zona del Vraem de las provincias de Concepción, Jauja y Huancayo, pues las columnas armadas que visitaban los pueblos les garantizaban que la lucha que mantenían era contra el ejército y la policía y que más bien buscaban el acercamiento con los pobladores.
