En Sayapullo, distrito de la provincia de Gran Chimú, en La Libertad, se ubican algunas de las canchas de relave más impactantes de esta región. La de Higospampa, situada a unos tres kilómetros del pueblo y considerada las más grande de la zona, mide 41,701 hectáreas y está contaminando con metales pesados el río Sayapullo y sus afluentes.
“Con las aguas del río Sayapullo regamos nuestros cultivos de arroz, maíz, uva y otros. Los dos primeros van a Trujillo, mientras que la uva se vende en Ecuador”, contó Ulises Castillo Díaz, presidente de la Central Única de Rondas Campesinas de la provincia de Gran Chimú.
En febrero del 2010, el pueblo de Sayapullo inició una denuncia contra la empresa propietaria de las relaveras: corporación minera San Manuel, antes compañía minera Sayapullo S.A. Cinco años después, en el presente mes de mayo, el proceso se inició con la etapa de juicio oral. Están acusados cuatro ex gerentes de la compañía.
De acuerdo con un dictamen pericial de la Policía Nacional del Perú, presentado en julio del 2010, exámenes químicos efectuados a muestras sólidas recogidas en los pasivos ambientales confirmaron presencia de plomo, arsénico y cadmio, metales altamente tóxicos. La situación no ha cambiado.
El procurador público adjunto del Ministerio del Ambiente Martín Mijichich Loli calificó este caso de un juicio “sin precedentes”. “Los informes confirman que hay un impacto contra el medio ambiente. Tenemos imputados a todos los gerentes por una omisión al tratamiento de pasivos ambientales”, dijo.
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