El nuevo atentado en Pataz ha sumido a la comunidad minera en total preocupación. En un acto violento perpetrado por delincuentes, dos torres de alta tensión fueron derribadas, lo que dejó como trágico saldo la muerte de un trabajador y varios heridos. Este ataque, que ocurrió en la mina Poderosa, no solo ha cobrado vidas y causado daños materiales, sino también ha expuesto la vulnerabilidad de las operaciones mineras ante la persistente amenaza de la minería ilegal en complicidad con redes criminales.
Ocurrió cerca de las 11 p.m. del jueves 4 de abril, cuando mineros ilegales y delincuentes llegaron hasta esta zona para dinamitar dos torres de alta tensión que alimentan de energía a dos bocaminas de la mina. Posteriormente, y tras generar pánico entre los presentes, tomaron dos galerías de la compañía.
El responsable de Comunicaciones Corporativas de la empresa minera, Pablo de la Flor, confirmó que habían “perdido a un trabajador como consecuencia del ataque perpetrado por los criminales en las galerías mineras”. Añadió: “Tenemos dos empleados heridos por impacto de bala”.
Más adelante, recalcó que este atentado no es el primero y, por el contrario, ya son 14 torres de alta tensión que han sido dinamitadas por mineros ilegales.
“Es una situación realmente inexplicable y sumamente compleja por lo que involucra y por los antecedentes. El accionar de estos elementos criminales de mineros ilegales con maleantes que se han coludido. Ya llevamos 14 torres dinamitadas y a esto hay que sumar la lamentable pérdida de vidas que ha generado estos enfrentamientos en el pasado”, subrayó.
Tras este atentado, el socavón del nivel 3090 se quedó sin energía, lo que permite a los criminales ingresar con mayor facilidad y poder extraer el oro de manera ilegal.
ANTECEDENTES
En diciembre del 2023, nueve trabajadores murieron y más de diez resultaron heridos tras el violento ataque de mineros ilegales contra la minera Poderosa. Se conoció que las víctimas mortales tenían impactos de bala y quemaduras de segundo y tercer grado. También el 24 y 26 de febrero, unos desconocidos atacaron con explosivos a un mismo objetivo: la bocamina de Minera Aurífera Retamas S.A. (Marsa). Dejaron heridos y causaron derrumbes.
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A pesar del estado de emergencia en la provincia de Pataz, La Libertad, la minería ilegal y el crimen organizado no dejan de sembrar el terror. El estado de emergencia en Pataz se inició el 14 de febrero por un período de sesenta días con el objetivo de combatir la ola delictiva producto de la minería ilegal.
Cuatro días antes del inicio del estado de emergencia, El Comercio informó que más de veinte volquetes con oro ilegal salían a diario de Pataz. Asimismo, debido al asedio de las mafias, las mineras de la zona se han visto obligadas a contratar hasta siete veces más agentes de seguridad.
“A pesar de nuestros constantes llamados a la policía para que intervenga en la zona controlada por los delincuentes, no hemos recibido respuesta. Son nuestros propios guardias de seguridad y mineros artesanales quienes están defendiendo la mina contra el ataque”, agregó De la Flor.
La empresa expresó en un comunicado: “[...] No se ha llevado a cabo un programa efectivo de interdicción contra las actividades ilegales de los mineros, quienes han continuado operando con total impunidad, aprovechándose de las recientes medidas legislativas que debilitaron los controles”.
En marzo de este año, el pleno del Congreso de la República aprobó derogar la disposición que establecía medidas para prevenir la tenencia ilegal de explosivos en actividades mineras, dictada por el Poder Ejecutivo