“Yo desde muy pequeño fui esclavo del terokal hasta llegar a los 11 ingresos que tuve en el penal El Milagro [en Trujillo], lo cual he cometido toda clase de delincuencia, incluso, llegué a matar a una persona”. Así se describía Oscar Enrique Narro Correa (46), alias ‘Cara cortada’, en el 2010 cuando fungía de pastor evangélico.
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