Esa tristeza le enferma. Ve en las noches a personas que rompen en llanto y sacan sus balones de la interminable cola porque ya de nada les sirve esperar. Ahí, se han enterado que su familiar no resistió más. Lloran. Arrastran sus balones vacíos.
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Es la segunda noche que duerme bajo un árbol de la Plaza de Armas de Trujillo, sobre el gramado. Su nombre es Violeta Tapia. La fila de cilindros vacíos no ha parado de crecer. Ahora son 250 balones en espera. El suyo ya está en la mitad.
En su casa ubicada en el sector Alto Moche, su madre de 84 años resiste al coronavirus con un primer balón que su familia logró recargar. Pero está por agotarse. “Es horrible; nunca pensé estar en esta situación”.
La crisis del oxígeno escaló a tal nivel de desesperación que una mujer de 35 años llegó esta semana a la plaza de armas saturando bajo. Tuvieron que administrarle oxígeno de emergencia dentro de un taxi. Según sus familiares, en el Hospital de Alta Complejidad de Trujillo (Essalud) no la recibieron por falta de camas.
La falta de oxígeno en Trujillo es cada vez más crítica. Pacientes son traídos hasta la plaza de armas para que reciban oxígeno directamente de las plantas que allí funcionan.
— Luis Puell (@Lepzu) April 12, 2021
Foto: Luis Puell / Agencia Andina pic.twitter.com/5CCAWEJ9ef
La madrugada del último miércoles otra mujer fue atendida en la calle por la gravedad de su estado. Al día siguiente, también en la madrugada, un anciano de 78 años que necesitaba oxígeno fue asistido en las mismas condiciones.
“Estamos en una situación sumamente caótica”, explica a El Comercio la jefa de Epidemiología de la Geresa de La Libertad, Ana María Burga Vega. “La variante brasileña es -agrega- 200% más contagiosa y produce más compromiso pulmonar. Por eso hay más necesidad de oxígeno. En la primera ola, había un consumo diario de 1.500 m3 (unos 150 balones). En esta segunda ola, el consumo es tres veces mayor”.
Ayer, la empresa Linde Perú –principal distribuidora de oxígeno medicinal en el país– que la demanda de oxígeno se ha quintuplicado. Antes de la pandemia producían 48 toneladas por día y, actualmente, en la segunda ola, están generando 250 TPD. La empresa abastece a más de 300 hospitales del país.
Y sin embargo las opciones que tienen los trujillanos de conseguir un balón lleno son escasas o costosas. Violeta Tapia ha gastado ya S/6.000 en la compra de dos balones llenos, y S/800 para recargar uno. “Ya no tengo dinero, pues joven. ¡Ya de dónde voy a sacar!”.
A ella como a muchos sin recursos para cubrir estos altos precios lo que les queda es una espera angustiosa. Son tres días que tarda una persona en recargar su cilindro sin costo. La dos plantas de oxígeno de la Municipalidad Provincial de Trujillo están produciendo 200 balones por día. Otros 120 balones se llenan en la planta instalada en la Universidad Católica de Trujillo.
Carlos Valderrama, presidente de la Federación Médica de La Libertad, critica que después de un año de pandemia Trujillo aún no cuente con un centro de aislamiento temporal para que los contagiados guarden cuarentena y que hasta ahora haya problemas de abastecimiento de oxígeno medicinal.
–Cifras en aumento–
El promedio diario de personas hospitalizadas ha aumentado notablemente. Para la primera semana de marzo, este indicador era de 457 casos y se ha elevado a 549 pacientes internados en la primera semana de abril.
Este mayor requerimiento de atención médica ha hecho colapsar a todos los establecimientos. En el Hospital Regional Docente de Trujillo, sus más de 200 camas de hospitalización están ocupadas con pacientes graves y moderados de coronavirus.
En el centro de atención temporal de Salaverry tampoco hay cupos. Sus 31 camas están ocupadas. Parecida es la situación del hospital temporal Ramón Castilla con capacidad para atender pacientes leves. De sus 100 camas, 88 ya se ocuparon.
El gobernador, Manuel Llempén, ha anunciado la implementación de un hospital temporal en el complejo deportivo Chan Chan con 100 camas que estarán abastecidas con oxígeno. La autoridad se reunirá este lunes con el ministro de Salud, Óscar Ugarte. En la cita pedirá que el Gobierno Central instalé dos hospitales modulares con urgencia y que se asegure el abastecimiento de oxígeno.
Mientras tanto, el Arzobispado de Trujillo y varios municipios distritales han lanzado una cruzada para recaudar los S/850 mil que cuesta una planta capaz de llenar 72 balones diarios. Esta se ubicaría en el sector Río Seco del distrito de El Porvenir. Pero aún va a tomar un tiempo en materializarse ya que tras la firma del contrato van a pasar 45 días para su instalación.
Otro proyecto que también va a tomar un tiempo en concretarse es la adquisición de una tercera planta por parte de la municipalidad provincial. El alcalde José Ruiz confirmó que esta será adquirida con recursos de la Caja Trujillo.
En La Libertad han muerto 3.454 personas durante la pandemia, de acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud. Pero la cantidad de fallecidos por COVID-19 que maneja la Gerencia Regional de Salud (Geresa) es de 6.165 decesos, casi el doble. Solo en la segunda ola –precisan en la región– ya se superó las 2.029 víctimas.
La cantidad de fallecidos por semana se ha duplicado en dos meses. En la primera semana de febrero murieron 96 personas y la cifra ya se disparó a 212 para la primera semana de abril. Si bien aún no se supera el pico de la primera ola con 324 decesos, registrada la última semana de junio, para la oficina de epidemiología de La Libertad la situación actual es más crítica por varias razones.
“Es más crítica porque tengo un mayor número de pacientes con un alto requerimiento de oxígeno, con casos moderados a severos, con alta necesidad de ventilación asistida, para los cuales yo no tenemos camas UCI”, explica Burga Vega.
Sin embargo, este no es el peor momento de la segunda ola. “No hemos llegado al pico. Dada las condiciones de riesgo y que acabamos de vivir un proceso electoral, vamos a seguir en ascenso”, comenta la autoridad. En su opinión, la ciudad debería estar bajo mayores restricciones, pero no pierde de vista que es una decisión difícil de tomar por la necesidad de reactivar la economía.