El médico ginecólogo Arturo Fernández Bazán lleva más de tres meses al frente de la alcaldía provincial de Trujillo. Y en este corto tiempo su gestión se ha hecho conocida dentro y fuera de la ciudad no necesariamente por la ejecución de obras o el anuncio de importantes proyectos, sino más bien por su afición a las esculturas eróticas, por su presunta conducta misógina, por pelearse con rivales –e incluso con sus aliados– y por vociferar palabras de fuerte calibre e insultos contra quienes se atreven a criticarlo.
A poco de cumplir 47 años y con una reciente operación al fémur que lo apartó varias semanas del municipio y lo obliga a andar con un bastón, Fernández maneja la Municipalidad de Trujillo apoyado por sectores de la ciudad que saludan su discurso furibundo y quejumbroso pues todo el tiempo se queja de las leyes, de la corrupción de otras gestiones y de la ineficiencia de los exalcaldes. Pero también es muy criticado por regidores, sindicalistas, trabajadores municipales y vecinos que lo califican de irrespetuoso, ineficiente y hasta de loco, como él mismo se promocionó durante la campaña electoral.
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Fernández llegó a la alcaldía provincial de Trujillo albergado por las filas del partido Somos Perú. Se puede intuir que la catapulta que lo lanzó directamente al sillón provincial fue la instalación de la réplica de un huaco erótico, en los últimos meses en los que fue alcalde del distrito trujillano de Moche. Aprovechó ese repentino interés turístico y las cámaras para ufanarse de haber transformado su distrito iluminando sus calles y creando espacios públicos en donde antes no caminaba ni un alma. Con ese caballito de batalla, Fernández convenció electoralmente a la mayoría de trujillanos.
Tropiezo tras insulto
“Hemos llegado para hacer la transformación”, dijo el día que juró como alcalde. Sin embargo, en estos tres primeros meses, Fernández no ha dado una pista clara de lo que eso significa. En una reciente entrevista, anunció que va a construir un ‘by-pass’ cerca del Centro Histórico y que, en algunos meses más, empezará a poner pistas de concreto. También dijo que tiene intenciones de iluminar el jardín botánico y construir un gran parque en la ex estación del ferrocarril. Sin embargo, en Infogob, no figura su plan de gobierno, así que los trujillanos no tienen una idea muy clara de todo lo que Fernández quiere hacer.
Más bien, lo que sí ha quedado claro es que es un personaje que anda en modo combate. La primera de todas fue con el jefe de la Policía de La Libertad, el general PNP Augusto Ríos Tiravanti. Acusó al oficial de estar implicado en tráfico de terrenos y de permitir las “grúas delincuenciales” de la anterior gestión. Sumando a esta diferencia con el jefe de la PNP, el alcalde Fernández amenazó con cerrar el serenazgo de Trujillo porque “no trabajan” y porque supuestamente “cobran cupos”, entre otras acusaciones.
Así, peleado con la PNP y con sus propios serenos –y sin gasolina ni choferes para el centenar de patrulleros que maneja el municipio– hasta ahora su gestión no puede concretar el patrullaje integrado en la ciudad, mientras la delincuencia sigue escalando. Cuando se le pregunta al respecto, Fernández dice que ese “show” que se hizo del patrullaje integrado en Trujillo es responsabilidad del jefe de la PNP y de su teniente alcalde, Mario Reyna, a quien ahora llama traidor.
Otra pelea constante que tiene es con la prensa local y nacional. A los periodistas que critican su gestión y su conducta como alcalde los tilda de “mermeleros y extorsionadores”. Su más reciente explosión de insultos se dio contra dos periodistas de Latina TV, a quienes llamó sinvergüenzas, manganzones, payasos y otros calificativos irreproducibles. Esa fue su respuesta luego de que ambos presentadores de TV lo acusaran de misógino por un incidente que tuvo con una reportera del portal trujillano Sobre el Rastro. Latina TV le ha pedido al alcalde que se rectifique y, de no hacerlo, el canal iniciará acciones legales.
Acusaciones de misoginia y corrupción
Los mayores cuestionamientos que ha tenido Fernández han sido por sus comentarios contra mujeres, como ocurrió en una rueda de prensa del 20 de febrero. “¿Te ha gustado o no?”, le preguntó a una periodista sobre la escultura de un falo. En esa misma conferencia, a otra periodista le dijo: “Con tu foto quería adornarla [la municipalidad]”. En esa oportunidad, se pronunció la Defensoría y otras instituciones. En su defensa, el alcalde trujillano siempre dice que sus palabras son sacadas de contexto y que no es misógino.
Otro incidente que lo pintó de pies a cabeza es el que tuvo con el regidor Jorge Vásquez, a quien le dijo durante en una sesión de concejo: “Ponga un ejemplo de que estoy durmiendo a lado de su esposa”. Por esta expresión ofensiva, el concejal planteó un pedido de suspensión contra el alcalde que, según contó a El Comercio, está en proceso, a la espera de que el concejo conforme el comité que evaluará el caso.
La continuidad de Arturo Fernández en el cargo no solo depende de ese pedido de suspensión. También está a merced de lo que decida el Poder Judicial, pues en agosto del 2022 fue condenado a un año de pena privativa de la libertad suspendida y al pago de una reparación civil de S/5.000 por el delito de difamación en agravio de la teniente PNP Nataly Estefany Rojas Rojas, contra quien lanzó frases ofensivas. Si esa sentencia se confirma en segunda instancia, Fernández será suspendido del cargo como alcalde hasta que cumpla su condena.
En casi todas sus apariciones diarias, el alcalde Fernández despotrica en contra de algún político o personaje de la ciudad acusándolo de delincuente o corrupto. Sin embargo, él tiene una larga lista de 45 investigaciones en la fiscalía por diferentes delitos, varios de ellos por corrupción y violencia contra la mujer. Según la indagación que realizó el consejero regional Robert de la Cruz, de todo esas carpetas fiscales, 16 se encuentran en etapa preparatoria y 2 con acusación. Además, tiene 24 casos archivados y 3 procesos resueltos.
Fernández es investigado por los delitos de desobediencia a la autoridad (2019), falsedad ideológica (2020), colusión (2020), delito contra el derecho al sufragio (2021), nombramiento ilegal de cargo público (2021), negociación incompatible (2021) y abuso de autoridad (2022). También tiene tres procesos por violencia contra la mujer y el grupo familiar, en la modalidad de lesiones leves.
Descargos de Arturo Fernández
En diálogo con El Comercio, el alcalde Arturo Fernández reconoció que las investigaciones fiscales mencionadas existen, y que de todas saldrá bien librado. En el caso de los procesos por corrupción, dijo que todos están relacionados con una “mafia” que acusó injustamente a su hermano, Valentín Fernández, el exalcalde de Nuevo Chimbote procesado por lavado de activos.
Sobre las acusaciones de misoginia, afirmó que “le encantan” las mujeres y las respeta, y que no considera como agresiones los casos en los que se le cuestiona. Sobre las denuncias por lesiones leves, aseguró que se originaron porque la madre de su hijo no le permitía verlo, y que el caso fue tomado como violencia psicológica. Ahora se lleva bien con su expareja, dijo. Otra de las denuncias es por un incidente que tuvo con una regidora de la Municipalidad de Moche.
En estos tres meses de gestión, el alcalde ha colocado por toda la ciudad contenedores de basura donados por empresarios, pero el problema del recojo de residuos se sigue agravando en varios puntos de la ciudad. Siempre que le preguntan por ello, dice que no es su culpa, que gestiones anteriores dejaron malogradas las compactadoras. En su defensa sobre los avances de gestión dijo a El Comercio: “Solo tengo tres meses en el cargo y uno estuve de licencia”.
Ahora, con más de 100 días en el cargo, el excéntrico alcalde trujillano que se ha especializado en culpar a todos de lo mal que le va a la ciudad, está topándose con vecinos que ya empiezan a reclamarle por los patrulleros, por la basura, por el parque en el mal estado y por las pistas. Hoy queda en evidencia que el desencanto de quieres votaron por él, está llegando más pronto que tarde.