WILFREDO SANDOVAL BAYONA
Investigadores del complejo San José de Moro descubrieron esta semana la tumba de una dama que fue enterrada hace unos 1.300 años con ofrendas de cerámica de línea fina y extraordinaria importancia en las que, a través de una compleja iconografía, se revelan los detalles de un entierro, al parecer de un personaje de élite, con las costumbres de los mochicas.
La tumba y las ofrendas – en total 38 objetos de cerámica de la más alta complejidad en lo que se refiere a pintura y personajes antropomorfos – fueron hallados tras una semana y media de trabajo de excavación científica a más de cinco metros de profundidad. Según los primeros análisis, se trataría de una mujer que habría tenido un rol muy importante durante el período mochica tardío.
Para el director del proyecto San José de Moro, Luis Muro Inoñán, constituye un singular aporte para entender el período de decadencia de los mochicas.
El arqueólogo reveló que entre todas las piezas de cerámica destaca una de mucha importancia porque a través de una compleja iconografía narra con lujo de detalle escenas en las que se aprecia cómo un personaje muy importante es enterrado en una cámara funeraria.
Alrededor de la tumba también se puede apreciar a un grupo de mujeres – posiblemente sacerdotisas – que asisten al oficio fúnebre. En las imágenes destaca la presencia de los dioses más importante del mundo mochica, entre ellos el Ayllapaec – conocido como el degollador – y una iguana con rasgos humanos.
A lo largo de 24 años de investigación en San José de Moro se han descubierto solo cuatro de estas piezas de cerámica en los más de 800 entierros que se han logrado registrar científicamente en la zona arqueológica. El primer ceramio de esta naturaleza apareció en la tumba de la primera sacerdotisa, el segundo en el año 1992 en la segunda tumba de otra dama y el tercero en el año 2000 en un depósito de ofrendas.
Es preciso indicar que las piezas de cerámica en las que se plasmó el tema del entierro solo se han descubierto en San José de Moro y no en otros complejos del país.
El actual viceministro de Cultura Luis Jaime Castillo – quien desde hace más de dos décadas investiga las tumbas de Moro – explicó que esta última contiene valiosa información sobre el colapso de la civilización Mochica que se refleja en el hallazgo de ceramios con la influencia de la cultura Wari.
INFLUENCIA Y NO DOMINACIÓN
WARI EN EL NORTE
La cerámica polícroma hallada en esta tumba es importante porque atestigua que hubo contactos muy fuertes e influencias de la sociedad wari sobre la sociedad mochica. “Esto nos confirma que no hay presencia directa de la cultura wari en la costa norte, solo influencia que está intermediada por las élites mochicas”, señaló Luis Jaime Castillo.
ARQUEÓLOGOS EXTRANJEROS
San José de Moro fue un cementerio sagrado, considerado el centro de peregrinación de otros sectores como San Idelfonso, Huaca Colorada y Cerro Chepén cuyos habitantes llegaban para dejar ofrendas y realizar ritos ceremoniales en honor a sus muertos. En la actualidad es la escuela de campo de importantes universidades del mundo como Harvard y Yale.
AÑOS DE INVESTIGACIÓN
24 años se cumplen en el 2014 de las investigaciones en el proyecto arqueológico de San José de Moro.
1.000 cuerpos se desenterraron durante las dos décadas de investigación en esta zona del norte.